Cartas del Lector

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Por: Mynor Carrera Mejía

Clemente Marroquín Rojas fundó de nuevo el periódico La Hora, en 1926. Su objetivo central fue contribuir a que don Lázaro Chacón ganara las elecciones presidenciales y Jorge Ubico fuera derrotado. El objetivo fue cumplido con creces. Al ver electo a Chacón, marchó para Europa. La Hora dejó de existir. Al volver de Europa, se incorporó a ejercer su profesión y a trabajar para otros periódicos. Su tranquilidad la perdió cuando Jorge Ubico, en su tercer intento, gana la presidencia de la república. Marroquín Rojas se fue a Jalapa y desde allá, quiso mantenerse alejado. No pudo, Ubico lo obligó a exiliarse. Desde ese exilio surge La Hora en su tercera época.
Ubico jamás le perdonó a Marroquín Rojas, su trabajo frente a Diario La Hora en 1926, cuatro años más tarde, llega la venganza. Ubico se mantuvo en el poder por 13 años, el mismo tiempo que Marroquín Rojas se mantuvo en el exilio. Pero estar exiliado es difícil y muy triste, pues el periodista había dejado su natal Jalapa, su esposa e hijos. Además, el hecho se acrecentaba porque existía comunicación entre los dictadores centroamericanos, de tal manera que, había comunicación entre ellos y acuerdos para expulsar a los exiliados. Eso le correspondió a Marroquín Rojas, quien subsistió con su trabajo intelectual y que, en ocasiones se enfrentó a problemas con los gobiernos de turno, por sus opiniones.
La tercera época de La Hora corresponde a las publicaciones que Marroquín Rojas trabajó en México. Fue en 1941, parte de esta colección la tenía don Óscar Marroquín, hijo de Clemente. En realidad, de acuerdo informa en sus memorias Marroquín Rojas, él no quería discutir con el dictador pero se vio obligado a hacerlo debido a ataques que salían en periódicos guatemaltecos que apoyaban la dictadura.
Marroquín Rojas afirma lo siguiente: Sin la agresividad de Rafael Cardona y los redactores de El Liberal Progresista y otros periódicos, inclusive El Imparcial de Alejandro Córdova, yo no habría escrito nada contra el dictador. (Memorias de Jalapa, 1977, 319)
Así es que, con temperamento fuerte, Marroquín Rojas volvió a usar su pluma contra el dictador. La Hora en su tercera época (denominada El Demócrata) el No. 3, del 8 de diciembre de 1941, consta de 4 páginas. En su totalidad critica al gobierno de Jorge Ubico. Marroquín Rojas era de armas tomar. En este caso, la información que consignaba en El Demócrata, era para esconder de dónde venía, pues el periódico decía que se imprimía en la ciudad de Quetzaltenango. En realidad, se trabajaba en México y pasaban a Guatemala de contrabando.
Entre los artículos de Marroquín Rojas, quiero hacer referencia a dos. El primero es El Poder de los Tiranos. En esencia, el periodista destaca que así como Estrada Cabrera cayó y se quedó solo, así se quedará Ubico. (dicho y hecho) Es de tomar en cuenta que Ubico se formó en la dictadura de Estrada Cabrera, siendo Jefe Político de Alta Verapaz y Retalhuleu, así como Ministro de Fomento. Al caer el presidente, jefe de Ubico, éste lo dejó solo. Ubico también hubo de marcharse al ser obligado a renunciar.
En su artículo Probidad, Marroquín Rojas señala que Ubico no es lo probo que se hace ver. En este sentido, indica que a Ubico se le han otorgado fuertes montos, buenos sueldos, que ha adquirido fincas debajo de su valor real y que si esto fuera poco, la Asamblea Legislativa le obsequió doscientos mil dólares, apelando a su excelente gobierno y gestión pública. En este periódico también escribieron Vicente Letona y Francisco Sarti. Ubico fue obligado a renunciar. Entonces se regresa a Guatemala Marroquín Rojas y en cuanto puede, vuelve a fundar La Hora, esta vez, en su cuarta época, hasta nuestros días.

Diario La Hora en su cuarta época

Ubico se vio obligado a renunciar. Lo dejaron solo como a Estrada Cabrera. Hubo de marcharse junto a su esposa a la ciudad de Nueva Orleáns, Luisiana. Se quedó gobernando un triunvirato y de allí don Federico Ponce Vaides. Éste siguió con mano dura y fue derrocado en la famosa Revolución del 20 de octubre de 1944. Cambios sociales nunca vistos se vinieron primero para los habitantes urbanos, de la mano de Juan José Arévalo y luego, con la llegada de Jacobo Árbenz, para la gente del campo. Bajo esta panorámica, resurge La Hora en su cuarta época.
Clemente Marroquín Rojas regresa a Guatemala. Funda de nuevo La Hora el 1 de noviembre de 1944. De allí continúa dicho periódico hasta nuestros días. De aquella fecha, hasta ahora, han transcurrido 76 años ininterrumpidos, solo con los altibajos de determinados momentos pero siguen sus descendientes con la pasión del tatarabuelo, pues ya son cuatro generaciones de periodistas. Marroquín Rojas vino a encontrarse con su patria, sus problemas y sus polémicas, para nunca más salir de su terruño. Fue un comentarista de primera y sostenía sus puntos de vista con solidez. A muchos les agradaba, otros lo detestaban, pero no pasaba inadvertido. Clemente siguió indómito hasta rendir la jornada de la vida, el 8 de abril de 1978, a los 80 años.
Aunque Marroquín Rojas tiene muchos libros publicados, su mayor producción es la periodística. De hecho, varios de sus libros salieron primero en periódicos. Era la cultura de la lectura en papel, la manera de enterarse de los acontecimientos políticos y sociales, de anunciarse, de sobresalir o de ser noticia. La Hora en su cuarta época constituye un documento valioso para la historia, pues Clemente y su equipo de trabajo, consignan los acontecimientos más importantes que van teniendo lugar en Guatemala. Aun con los cargos públicos que fue alcanzando el periodista jalapaneco, no dejó el periodismo, es más, lo incrementó.
Marroquín Rojas fue diputado a la Asamblea Nacional Constituyente de 1945, en la efervescencia revolucionaria. Además, llegó a ser Ministro y electo el primer vicepresidente de Guatemala, haciendo pareja con Julio César Méndez Montenegro, 1966-1970 y donde nunca se detuvo a opinar sobre los más importantes tópicos nacionales. Es más, fundó más periódicos y revistas. Su mundo fue el periodismo y en este caso, La Hora en su cuarta época, vino para quedarse, siendo el único vespertino que se adelanta a las noticias de la mañana y que se ha mantenido por ese afán familiar, ya que no es un periódico de múltiples anuncios.
Marroquín Rojas y los movimientos políticos y sociales guatemaltecos van de la mano. Es el periodista que los va a analizar y dará sus puntos de vista, así como sus directrices para enderezar caminos. Denuncia a quien tenga que denunciar, es claro, directo, constructor y destructor de lo que no le parece. Clemente es directo a opinar sobre la Revolución de Octubre de 1944, sobre la Contrarrevolución de 1954, sobre el asesinato de Castillo Armas en 1957, sobre el golpe de Estado que sufre Miguel Ydígoras Fuentes, sobre el surgimiento del movimiento guerrillero y la guerra civil en 1960. Él mismo, siendo vicepresidente denuncia un pacto entre Julio César Méndez Montenegro y el cuerpo militar, para mantenerse en el poder. Llega hasta la triste noticia del terremoto de 1976.
A continuación destaco algunos artículos escritos por Marroquín Rojas, entre 1944 y 1970. Autonomía Universitaria (13/11/44), El pueblo debe tener confianza (en relación al triunvirato revolucionario de 1944), El ciudadano Juan José Arévalo, (1/4/1951). Sobre la llegada de Castillo Armas (2/7/1954), Ya lo vieron señores del gobierno, la cosa estaba adentro, (acerca del surgimiento del movimiento guerrillero, 14/11/60. Los militares olvidaron la cercana historia, 17/3/66, Me dirijo a los militares con mando actualmente, (13/4/66); Ayer fui electo Vicepresidente de la República, (11/5/66), La magra lucha de un gobernante, (9/6/70).
Las enfermedades poco a poco lo van delimitando hasta que cierra los ojos. El legado es gigantesco, ningún otro periodista realizó tanto como él: columnista, director y fundador de periódicos y revistas, autor de muchos libros, vicepresidente de Guatemala, ministro, embajador en Barcelona, polemista y algo que se debe rescatar, amó y defendió a su pueblo, Jalapa.
Siempre se opuso a la creencia que el Batallón Jalapa había matado a Justo Rufino Barrios en la batalla de Chalchuapa de 1885. De hecho, Marroquín Rojas fue electo alcalde de la climatológica de oriente pero Ubico no lo dejó ejercer y se marchó al exilio. Clemente había nacido en las faldas del volcán Jumay, en la aldea Los Achiotes. Su caserón de la cabecera departamental fue dividido entre su familia. Sus logros en Guatemala lo colocan como Hijo Predilecto de Jalapa, el Instituto Normal de Oriente, ubicado en Monjas, lleva su nombre.
La Hora en sus cuatro épocas, va ligado a él y al referirse al periódico, obligadamente hay que referirse a su fundador y a quien le dio vida hasta que murió. La Hora continúa y a sus cien años se reinventa en períodos de crisis políticas, económicas y de enfermedades. Ha sido el periódico que más le ha dedicado a los migrantes centroamericanos y ha sido, por excelencia, el lugar indicado para edictos. En sus columnas han desfilado destacados intelectuales en sus cien años. Ahora está viviendo la transición entre el papel y la era digital. Llegar a 100 años ante tanta turbulencia, control a la prensa y a la libre emisión del pensamiento, es un hito en este país.

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