Víctor Ferrigno F.

Jurista, analista político y periodista de opinión desde 1978, en Guatemala, El Salvador y México. Experiencia académica en las universidades Rafael Landívar y San Carlos de Guatemala; Universidad de El Salvador; Universidad Nacional Autónoma de México; Pontificia Universidad Católica del Perú; y Universidad de Utrecht, Países Bajos. Ensayista, traductor y editor. Especialista en Etno-desarrollo, Derecho Indígena y Litigio Estratégico. Experiencia laboral como funcionario de la ONU, consultor de organismos internacionales y nacionales, asesor de Pueblos Indígenas y organizaciones sociales, carpintero y agro-ecólogo. Apasionado por la vida, sobreviviente del conflicto armado, luchador por una Guatemala plurinacional, con justicia, democracia y equidad.

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Víctor Ferrigno F.

«Aunque la situación en Europa está mejorando, a nivel mundial está empeorando», señaló el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una conferencia de prensa en Ginebra, el lunes pasado. El Covid-19 ya ha dejado más de 400 mil muertes en todo el mundo, así como siete millones de casos confirmados hasta el pasado lunes.

El pasado domingo, la OMS registró 136,405 nuevos casos, lo cual es un récord y hace parte de una tendencia de los últimos días. Casi el 75% de estos casos confirmados provino de diez países, principalmente en América y del sur de Asia. «Más de 100 mil casos han sido reportados en nueve de los últimos diez días», confirmó el Director General de la OMS.

En América Latina y el Caribe, hasta el 8 de junio, había 1.3 millones de casos confirmados y más de 65,000 fallecimientos. Tedros señaló que la pandemia en los países latinoamericanos «es la situación más compleja», pues la región aún no llega a su meseta de contagios. Mike Ryan, el principal experto de la OMS sobre Covid-19, remarcó que los casos de coronavirus en Centroamérica aún estaban incrementándose.

Estos datos de la OMS coinciden con los publicados por el Gobierno; el 8 de junio se reportó un pico de 447 nuevos casos, además de 15 personas fallecidas. Y ayer, el Ministerio de Salud contabilizó 364 nuevos contagiados y 22 muertos. En total se registran 7 mil 866 casos, de los cuales hay 6 mil 162 casos activos y 1 mil 413 pacientes recuperados.

No solo se incrementa aceleradamente el número de contagiados y muertos, sino que el sistema hospitalario ya colapsó, aunque las autoridades lo nieguen. Sergio Galdámez, jefe del departamento de Medicina Interna del Hospital Roosevelt, recién informó que el límite de pacientes con Covid-19 en ese centro es 100, pero en los últimos días han atendido a unos 150 al día, todos en estado crítico. “Ese límite ha llegado a un máximo este fin de semana, donde hemos colapsado realmente con el número de gente que estamos observando con esta enfermedad”, dijo.

Para colmo, los médicos del Hospital Temporal en el Parque de la Industria tuvieron que irse a paro porque no les pagan. Gracias a esta medida de presión, ayer lograron un acuerdo con el Ministro de Salud, que ha hecho gala de una incapacidad extraordinaria.

Anoche, el doctor Edwin Asturias, de la Coprecovid, informó en conferencia de prensa que incrementarán las pruebas de detección del Covid-19 a cinco mil diarias, pues el 20% de los pacientes que acuden a practicárselas da positivo. Esa cantidad es insuficiente y, en lugar de buscarlos, esperan que los pacientes se presenten a los centros hospitalarios.

En este contexto, indigna que los recursos asignados al Ministerio de Salud para enfrentar la crisis del COVID-19, al 4 de junio, apenas tiene una ejecución del 2.69% (Q45.05 millones) de un presupuesto vigente de Q1,675.82 millones. Para los mismos efectos, al Ministerio de Agricultura se la asignaron Q 400 millones, de los cuales no ha ejecutado ni un centavo.

Por si fuera poco, Unicef realizó una proyección de 3,700 posibles muertes de niños menores de 5 años por desnutrición en los próximos 12 meses, en el caso más grave.

En conclusión, es absurdo proponer levantar el confinamiento, cuando lo peor de la pandemia y la recesión está por llegar. Como ya hemos dicho, aún es tiempo de evitar que corra sangre, y llegar al colapso sanitario, económico y político, articulando concertadamente un Plan Nacional de Contingencia ante la pandemia y el hambre. Mañana será tarde.

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