Julio García-Merlos G.

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Julio García-Merlos
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Debemos ya estar planeando para cuando se empiecen a levantar las restricciones y debamos cumplir con nuevas medidas de seguridad sanitaria.

A pesar de los esfuerzos privados y públicos por llevar alimentos a los más necesitados, la contracción de la economía está afectando a muchas personas que se han quedado sin fuente de ingresos económicos. Todos estamos pensando cuando es el momento de empezar a relajar las medidas de restricción y la forma más segura y eficiente de reactivar la economía.

El analista Rodolfo Mendoza de Diestra indica que la reactivación económica y social debe darse en forma gradual y controlada para evitar un repunte o efecto boomerang. El confinamiento no desaparece al virus, pero ganamos tiempo para aprender del virus mientras se continúa preparando el sistema de salud para evitar la saturación y colapso de hospitales.

De acuerdo con el comportamiento de la pandemia, el país se encuentra en un punto crítico en el que se requiere que el gobierno mantenga varias restricciones y que se cumplan las medidas con disciplina, para mitigar el contagio. Sin embargo, tal como lo indica el autor que cité, es necesario que inicie la comunicación desde el gobierno para el sector privado y el resto de la sociedad sobre cuál es la visión macro o la estrategia global para la progresiva reapertura de la economía.

Los gobiernos de Colombia y Ecuador ya han señalado plazos para la reactivación económica y promulgado algunos documentos con las medidas de bioseguridad para que puedan funcionar las compañías. En Guatemala, el Presidente de la República anunció que desde el gobierno ya se evalúa la posibilidad de reducir las restricciones y permitir que se reactiven algunas actividades.

Mientras el gobierno comunica esta importante información es necesario que las empresas inicien con la elaboración de protocolos de seguridad y la preparación de medidas como la compra de insumos para la desinfección y prevención en los centros de trabajo, la modificación de sus instalaciones para cumplir con el distanciamiento social e insumos para mecanismos de evaluación aleatoria de los colaboradores, según sugiere un informe reciente de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (FUNDESA).

Igual razonamiento se aplica para la reactivación de los servicios que prestan las instituciones públicas como los registros, el sistema de justicia y en general, todo el andamiaje del Estado. Muchas empresas se replantearán su modelo de negocio y en en las instituciones públicas, los trabajadores deben contribuir a la modificación en la forma que se prestan ciertos servicios y forzar la modernización de la administración pública.

No debemos quedarnos estáticos respecto a la generación de estrategias para cuando se reactiven las actividades económicas. Aprovechemos este valioso tiempo para consolidar la modificación en nuestros hábitos personales, cambiar mecanismos institucionales y prepararnos para lo que se viene, porque las medidas de seguridad deberán ser más estrictas en el relacionamento personal, conforme empecemos a salir de casa. He ahí el reto a nuestra sociedad, será el momento de mantener la disciplina, el distanciamiento, el lavado de manos, el protocolo de estornudo y la mascarilla.

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