Sandra Xinico Batz
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No podemos ser las mismas personas después de esto. Estamos observando (sobreviviendo) un sistema en su esplendor, sí, uno que impondrán siempre el dinero sobre la vida y la dignidad, no sólo de la humanidad sino de cualquier otro ser. Un sistema que utiliza el shock para controlar, el miedo para amedrentar, el terror para no actuar. En unas semanas el planeta ha mostrado una recuperación impresionante, las aves cantan en las ciudades, peces que no eran vistos reaparecen; ¿todavía nos queda duda que el capitalismo nos está matando, al planeta y a todo ser que en este habitamos?.
El gobierno sigue preocupado por el bien de los grandes empresarios. Hemos observado a un presidente refunfuñar y nombrar a de Dios tantas veces sea “necesario” para “convencernos” de que todo va muy bien, tan bien que en Guatemala dice que ya hay cinco personas que se han “recuperado” del COVID19 a pura azitromicina ¿?. En Guatemala no necesitamos prórroga porque lo que urge es la exoneración, miles de personas no están generando dinero y sin este no podrán costear alquiler, alimentación y servicios; ¿acaso ya olvidamos que la concentración de la tierra en manos de los ricos, es un problema que hemos venidos arrastrando estos últimos cinco siglos?. Sin tierra no hay vivienda ni alimentos. Ah! Pero ¿cómo va a obligar el Estado a las empresas de energía eléctrica, agua y telefonía a suspender cobros? Esto es inconcebible, porque para eso se aseguraron de privatizarlo todo y de satanizar la nacionalización, por eso se encargaron de que corrupción lo pudriera todo, para tener excusas que justificaran la idea de que al pagar se obtiene un servicio de “calidad”. No sólo ocurrió todo lo contrario, no hay calidad, sino que en tiempos de calamidad, las grandes proveedoras brillan por su ausencia o ¿acaso no le han llamando ya para “recordarle” que tiene que pagar? Que no importa la cuarentena, que para eso está la app, como la que el gobierno obtuvo financiada por Israel, sólo para tenernos más controlados, más vistos de lo que de por sí estamos.
¿Cuándo fue la última vez que hubo Toque de Queda en el país?
Mientras esperamos la cadena nacional suena marimba en el Canal de Gobierno. No es señal de nada bueno dicen las y los mayores, que aún se estremecen cuando unos minutos antes de las cuatro de la tarde empiezan a sonar las sirenas de las radio patrullas, que anuncian la proximidad del inicio del Toque de Queda. ¿Cómo se han sentido? Nos preguntan a las y los más jóvenes, el miedo es inevitable, porque hasta hace unas décadas era la señal del inicio de la muerte, la desaparición.
Guatemala no ha cambiado nada desde entonces. Allá va corriendo Martina con bebé a tuto junto a Luis, se les hizo tarde, la venta está escasa, tuvieron que subirle el precio porque compraron la mercadería más cara y tuvieron que pagar flete colectivo. Don Antonio, un anciano, ahora vende mascarillas en la esquina.
