Grecia Aguilera

Periodista, escritora, filósofa y musicóloga. Excelsa poeta laureada. Orden Ixmukané, Orden de la Estrella de Italia, Homenaje del Programa Cívico Permanente de Banco Industrial, Embajadora y Mensajera de la Paz.

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GRECIA AGUILERA

Luego del Ángelus del domingo pasado, el Santo Padre Francisco invitó a los fieles a que oren el Padre Nuestro: “En estos días de prueba, mientras la humanidad tiembla ante la amenaza de la pandemia, querría proponer a todos los cristianos que unan sus voces hacia el Cielo. Invito a todos los Jefes de las Iglesias y a los líderes de todas las comunidades cristianas, junto con todos los cristianos de las diferentes confesiones, a invocar al Altísimo, Dios omnipotente, rezando al mismo tiempo la oración que Jesús Nuestro Señor nos enseñó, el Padre Nuestro.” Y continuó: “A la pandemia del virus queremos responder con la universalidad de la oración, de la compasión, de la ternura. Permanezcamos unidos. Hagamos sentir nuestra cercanía a las personas más solas y más probadas. Nuestra cercanía a los médicos, a los profesionales de la salud, enfermeros, enfermeras y voluntarios… Nuestra cercanía a las autoridades que deben tomar medidas duras, pero para nuestro bien. Nuestra cercanía a los policías, a los soldados que buscan mantener el orden en las calles, para que se cumpla lo que el gobierno nos pide que hagamos por el bien de todos nosotros.” De igual forma el día de ayer el Papa Francisco concedió en la Plaza de San Pedro la Bendición Extraordinaria “Urbi et Orbi”, y las personas que oraron con el corazón no importando donde se encontraran recibieron la indulgencia plenaria, que según el Código de Derecho Canónico es “la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones, consigue por mediación de la Iglesia.” Ahora la bendición “Urbi et Orbi”, a la Ciudad y al mundo, es la bendición papal que está dirigida a la Ciudad de Roma y a todo el mundo. En esta ocasión es extraordinaria, porque sólo se imparte cada Domingo de Pascua y cada 25 de diciembre. Además se creó el “Decreto de la Penitencia Apostólica relativo a la concesión de indulgencias especiales a los fieles en la actual situación de la pandemia” que expone: “Se concede el don de Indulgencias Especiales a los fieles que sufren la enfermedad de Covid-19, comúnmente conocida como Coronavirus, así como a los trabajadores de la salud, a los familiares y a todos aquellos que, en cualquier calidad, los cuidan.” A continuación comparto con ustedes algunas estrofas del hermoso poema titulado “Si sabrá la primavera” de la Hermana Lucía Carmen de la Trinidad, Carmelita Descalza de la Ciudad de Antequera, España: “Si sabrá la Primavera/ que la estamos esperando./ Si se atreverá a cruzar/ nuestros pueblos despoblados,/ colgando en nuestros balcones/ la magia de sus geranios./ Si dejará su sonrisa/ esculpida en nuestros campos,/ pintando nuestros jardines/ de verde, de rojo y blanco./ Si sabrá la Primavera/ que la estamos esperando./ Cuando llegue y no nos vea/ ni en las calles ni en los barrios,/ cuando no escuche en el parque/ el paso de los ancianos,/ o el bullicio siempre alegre/ de los chiquillos jugando./ Si creerá que equivocó/ la fecha del calendario,/ la cita que desde siempre/ la convoca el mes de Marzo./ Si sabrá la Primavera/ que la estamos esperando./ Que se nos prohíbe el beso,/ que está prohibido el abrazo;/ el corazón, sangre y fuego,/ el corazón desangrado./ Si sabrá la Primavera/ que ya la estamos soñando./ Asomados al balcón/ de la Esperanza, esperamos/ como nunca, que ella vuelva/ y nos regale el milagro/ de ver florecer la vida/ que hoy se nos va de las manos…/ ¡Bienvenida, Primavera!/ Hueles a incienso y a ramos,/ con tu traje de colores/ y los cantos de tus pájaros./ Ven a pintar de azul-cielo/ esta tierra que habitamos./ ¿No sentís que en este mundo/ algo nuevo está brotando?/ Si será la Primavera/ que está apresurando el paso.”

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