Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“Siempre he tenido la sensación de que todos estamos más o menos solos en la vida, sobre todo en la adolescencia”. Robert Cormier
• Su nombre Chelsiry, su edad 12 primaveras, sus anhelos, crecer, tener una profesión, una familia y una identidad, su último día de vida 4 de febrero de 2020, vivió y murió en Ciudad Quetzal, San Juan Sacatepéquez, lugar de localización de su cuerpo, en un camino de terracería, estado de su cuerpo carbonizado.

• La historia de Chelsiry se repite constantemente en el país, como en muchos otros de tradición machista empedernida, mientras se acentúa la situación de desigualdad y desprotección en la que se encuentran los niños y niñas, se hace público que durante el 2019 se activaron 6 mil 500 alertas Alba-Keneth, de las cuales se localizaron a 21 niñas fallecidas, esa es la versión oficial, la real probablemente nadie la conocerá, porque la versión oficial será la que quede registrada en la historia del país.

La bella Chelsiry me impactó desde la primera oportunidad en que la pude observar, linda sonrisa, pero de su rostro, lo único que aparentemente sonríen son sus labios, sus ojos denotan tristeza, como si hubiera llorado durante largo tiempo, sin proponérselo esa fotografía tomada probablemente con un celular, serían el reflejo de lo que la vida le depararía a la preadolescente, muy corta por cierto, y que dejaría huella, por ser precisamente un capullo de flor que aún no se ha abierto, esos ojos que no sonríen, pareciera que hubiera llorado, probablemente por el hecho del sufrimiento que dejaría su muerte a tan corta edad.

La niñez en el país se ha convertido en una época en la que más expuestos se encuentran niños y niñas, derivado muchas veces de la falta de educación, cariño y principios, nada justifica que por falta de escrúpulos se corte de tajo una vida que aún se principia a iniciar, una niño o niño deberían ser cuidados con mucho esmero, sin embargo Chelsiry no tuvo una oportunidad mínima de ser feliz, ya no jugará, no seguirá estudiando, no se casará y no tendrá hijos, pero ante todo no va a ser una mujer, porque su vida se esfumó en las manos de un degenerado que aún no sabemos si la mató antes de quemarla, o murió lentamente hasta dejar su cuerpo calcinado.

¿Por qué Chelsiry perdió la vida? Probablemente la respuesta no la escucharemos porque se perderá en el infinito junto a sus lágrimas y su dolor antes de morir, al igual que muchos niños y niñas que no llegaron a florecer, porque un desquiciado que conserva su vida, decidió cortar la de ella.

De acuerdo a algunos medios de comunicación el responsable de la muerte de Chelsiry es su propio tío político, quien no solamente admitió ante su esposa que fue él quien le provocó la muerte, presuntamente atropellándola accidentalmente con su propio vehículo, y después se entregó a las autoridades, solo posteriormente a que el cuerpo fuera identificado por medio de su dentadura.

Para todas las Chelsiry del mundo se necesita que se aplique la justicia, aunque esto no indica que su vida sea devuelta, porque aunque condenarán a quien resultase culpable de su asesinato, eso no significa que ella volviera a sonreír, que pudiera estudiar, que corriera, cantara y bailara.

La niñez y adolescencia, esos momentos que para muchos son mágicos fueron cortados de tajo inmisericordemente para la bella (Por ser un ser en evolución) preadolescente.

Necesitamos que se apliquen condenas ejemplares para este y todos los casos que afecten las vidas que aún no se han desarrollado, aunque una condena no implique que algo va a cambiar, porque Chelsiry no va a regresar a casa nunca más, no soñará con un futuro porque este para ella ya no existe, seguirá siendo siempre la niña de la sonrisa con ojos llorosos, ahí terminó su vida.

Todos los niños y niñas merecen ser felices y desarrollarse, pero desafortunadamente un alto porcentaje de ellas no lo hará.

 

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