Douglas Abadía

douglas.abadia@gmail.com

Politólogo, asesor y consultor político, miembro de Analistas Independientes de Guatemala, Docente Universitario.

post author

Lic. Douglas Abadía
abadiadouglas80@gmail.com

Continuando con el análisis sobre la crisis de la democracia en la región centroamericana, podemos afirmar que la democracia no solo se limita a ser un procedimiento regular para elegir autoridades públicas, es una estructura de derechos y obligaciones inherentes a la condición ciudadana, que pueden ser útiles para organizar la defensa de los intereses de los trabajadores que mejoren las condiciones de trabajo y vida.

La democracia no solo tiene bondades electorales. Para que se consolide como régimen político tiene que reforzar las instituciones que la componen. Así, es importante que se modernice el sistema judicial como un poder independiente y eficaz. La peor herencia de la dictadura militar en la región centroamericana se encuentra en un Poder Judicial débil, corrupto e incompetente. La reforma del sistema de justicia presenta un mayor atraso en Guatemala y Nicaragua a diferencia de otros países de la región. Es importante la consolidación de los partidos políticos y el tribunal nacional electoral; los partidos ayudan a la participación ciudadana, a la construcción de un Poder Legislativo independiente y capaz. El régimen de partidos sigue siendo muy volátil en Guatemala y parcialmente en Nicaragua; por otro lado, Costa Rica comienza a tener problemas.

Resulta decisiva la existencia de una prensa oral y escrita que sea libre e independiente del Estado y de las grandes corporaciones empresariales. Los medios de comunicación social pueden o no, dar una extraordinaria contribución a regenerar la vida pública, a instaurar el debate plural y tolerante, a convertirse en una fuerza de control de las acciones del sector público. Con el advenimiento de la democracia, los medios en Centroamérica se han empezado a modernizar y los periodistas, a profesionalizarse cada vez más. La investigación periodística ha servido en estos últimos años para realizar una denuncia permanente de los actos de corrupción de los funcionarios públicos. Las funciones de control y monitoreo de la gestión gubernamental no solo deben ser realizadas por los medios de prensa. El Estado tiene instituciones especializadas para ejercer este control. El Poder Legislativo debe vigilar las actuaciones del Ejecutivo; la Corte de Constitucionalidad, la Contraloría Nacional de Cuentas, el Procurador de los Derechos Humanos son otras tantas instancias de inspección permanente. Y por supuesto, debe ejercerse el control horizontal, que ejercen los partidos políticos y los ciudadanos que, como electores, votan en contra del gobierno que no hace bien y honradamente las cosas.

La democracia en Centroamérica tiene aún muchas fallas institucionales y culturales. Debe ser algo más que un mecanismo electoral, por supuesto y algo más que un régimen político. La democracia es una condición social nacional, es una forma de organizar la sociedad.

Se puede afirmar, por tanto, que la democracia política está asentada pero sus bases son débiles, por los factores señalados, pero también porque no cumplió con sus promesas de mejoramiento social para las grandes masas empobrecidas de la subregión. Las revoluciones, la pacificación y el establecimiento de las reglas de juego democrático despertaron grandes expectativas en los años ochenta y noventa, en el plano de las libertades civiles e individuales y en el del bienestar social; pero la mayoría de ellas no logró concretarse, considero que los factores descritos anteriormente son los componentes a tomar en cuenta para fortalecer las bases de la democracia en Centroamérica y así lograr la tan anhelada integración regional que permitirá desarrollarnos como un todo y no a nivel individual para poder encarar de mejor forma los procesos de integración en el mundo globalizado actual.

Artículo anteriorLas Chelsiry del mundo
Artículo siguienteLas secuelas de una malhadada ley