Tal y como se sabía que iba a ocurrir, hoy posiblemente será sepultado el proceso de impeachment contra Donald Trump porque la mayoría republicana evitará que se llame a más testigos y quedará vigente el argumento del prominente abogado Alan Dershowitz, quien sostuvo la tesis de que aunque hubiera existido Quid Pro Quo en el chantaje del P Presidente de los Estados Unidos a Ucrania para forzar a que investigaran a su rival político Joe Biden y a su hijo, el hecho de que ello haya sido para asegurar su reelección no es motivo de juicio porque esa reelección es asunto de interés público.
En otras palabras, el profesor de leyes en la Universidad de Harvard sostuvo que lo que haga un presidente en funciones para asegurar su reelección no puede ser objeto de impeachment, lo que tendría que entenderse como una tácita exoneración a Richard Nixon quien encubrió a los que entraron a espiar en el cuartel general demócrata en el edificio Watergate de Washington. Nixon encubrió a los criminales para asegurar su reelección y entonces no debió haber sido acusado ni se hubiera dado su renuncia.
Dershowitz, reconocido en los medios jurídicos, alcanzó fama popular cuando participó en la defensa de O. J. Simpson hace varias décadas, logrando que fuera declarado inocente en el proceso que se siguió por el asesinato de su esposa, en el que aparecía embarrado, y que fue seguido ávidamente por televidentes en Estados Unidos que no se perdieron ninguna de las audiencias.
Y ha dicho que en la última elección no apoyó a Trump sino a Hillary Clinton, tratando de dar a entender con ello que él no es simpatizante del mandatario sino simplemente un experto legal expresando su punto de vista. No ha dicho, tan claramente, que él contribuyó al mal llamado “plan de paz” para el Medio Oriente que presentó la Casa Blanca esta semana y en el que le da todo el lado a Israel dejando al margen todos los planteamientos de los palestinos. Públicamente elogió esa propuesta que es en extremo beneficiosa para todos los judíos y que él, por supuesto, no sólo aplaude sino contribuyó a elaborar.
El Partido Republicano desde el principio cerró filas alrededor de Trump y decidió que el impeachment fuera sepultado rápidamente en una votación en el Senado norteamericano porque todos los congresistas y senadores de ese partido saben que en sus afanes de reelección necesitan el apoyo de Trump, quien se ha convertido en el nuevo amo y señor del viejo partido político. Tanto así que no es descabellado suponer que si logra su reelección en noviembre de este año, tratará de seguir los pasos de su admirado Vladimir Putin para crear mecanismos constitucionales que le permitan eternizarse en el poder. Y es que con el argumento peregrino de Dershowitz, quien está comprometiendo seriamente su prestigio académico, todo lo que pueda hacer en el futuro para extender su control político deberá aceptarse como un asunto de interés público y por lo tanto no habrá forma de detenerlo.
Bolton no será citado a declarar y aún con las evidencias recabadas en la Cámara de Representantes, el juicio político será sepultado mediante un muy cuestionable y cínico argumento jurídico.