Cartas del Lector

post author

Paulo Alvarado

El día 5 de octubre del presente año, la señora Sandra Xinico Batz publicó una columna de Opinión titulada “Guatemala es un país tan religioso como tan violento”. Aunque la columnista no desarrolla adecuadamente el tema que sugería en el título, en la sección final de su texto se refiere a mi persona. Luego de una amplia reflexión sobre la columna, por respeto a las lectoras y a los lectores, y con base en hechos reales, me permito hacer uso del derecho de réplica al respecto.

Dice, en la parte atinente, “Hace unas semanas una joven denunció a Paulo Alvarado por violación y violencia contra la mujer, una acción valiente porque denunciar la violencia machista en una sociedad misógina requiere agallas. Paulo Alvarado no sólo ha sido evidenciado (sic) como violador y violentador (sic) de mujeres, sino que también se evidenció (sic) a las personas que lo han legitimado con su silencio o al seguir permaneciendo a su alrededor aun sabiendo todo esto.”

Hago de conocimiento que a partir del día 12 de septiembre del presente año empecé a recibir información de una publicación en redes sociales, en la que se me acusaba de supuestas agresiones a una persona con quien habíamos sostenido una relación de pareja en años anteriores. Hasta esa fecha no tenía conocimiento de la existencia de un expediente de investigación en mi contra interpuesto ante el Ministerio Público en el año 2013, hace ya seis años, y no hace falta que aclare más de lo que ya aclaré en su oportunidad ante otros medios de comunicación.

Lamentablemente, por razones que ignoro y la posible conveniencia de terceros interesados, fui víctima de una campaña negativa cuyo origen desconozco. Sin embargo, como lo he hecho durante toda mi vida, antes de emitir un juicio periodístico poco profesional, investigué lo que realmente existía en cuanto a los hechos denunciados y, con fecha 24 de septiembre de este mismo año, me apersoné ante el Ministerio Público para ponerme a disposición de la Justicia. Me asesoré con un abogado que posee conocimiento y experiencia en delitos de género y el resultado lo puedo resumir en tres puntos. Primero: sí existió un expediente de investigación derivado de una denuncia presentada por la supuesta víctima, que se inició en el año 2013. Es vital aclarar que dentro de este expediente no hay hechos denunciados relacionados con “violación”. Segundo: durante los años 2013, 2014, 2015 y 2016, el MP realizó diversos análisis e investigaciones de dicho expediente. Tercero: al momento de enterarme de la totalidad del expediente, el Ministerio Público me informó que la fase de investigación preliminar del caso había llegado a su conclusión y que no encontró ningún elemento razonable que ameritara el inicio de un proceso penal en mi contra. Esto se concretó mediante resolución de fecha 29 de octubre del presente año, emitida por la Fiscalía de la Mujer. Es necesario que, cuando se hable de cualquier tema en un medio de comunicación y, más aún cuando se escribe con la responsabilidad de orientar verazmente a lectoras y lectores, primero se investigue cuidadosamente el tema que se va a tratar. Es sumamente delicado hacer el tipo de aseveraciones que hace la señora Xinico Batz, sin contar con datos imprescindibles para opinar de un modo informado al respecto, dejándose llevar por un evento mediático sin fundamento en la realidad y profiriendo calificativos que dañan la imagen e integridad de las personas. Esto incluso puede dar pie a dudar de la exactitud y profesionalismo de otras publicaciones y declaraciones de la autora. Es importante recalcar que, al momento de su columna tan desafortunada, el expediente en mención ya había sido recomendado para desestimación, curso de acción que en efecto siguió y ahora se encuentra desestimado y archivado. Agradezco a diario La Hora que se publique este derecho de réplica en su totalidad y en el mismo espacio que corresponde, tal como lo indica la Ley de la Libre Emisión del Pensamiento.

Artículo anteriorACA: Orellana presenta escrito ante la CC por arbitrariedad del Gobierno
Artículo siguienteLuchen por los pobres, porque de ellos viven