Por: Rolando Alfaro Arellano
En anteriores artículos hemos tratado de orientar a las personas en el tema del Derecho Ambiental, sin embargo, nos hemos encontrado con la ingratitud de algunos habitantes nacionales que quizás por mala educación no han entendido los mensajes que se les ofrecen por esta columna y, carecen de estudios al respecto.
En primer lugar, deberían tales entidades y personas comprender que la sobrevivencia, precisamente, conlleva el velar por su salud.
Sin embargo, resulta importante que investiguen qué entidades, casas de estudios y Colegios profesionales se han venido preocupando por el tema en cuestión. Pero, salvo algunas excepciones, no lo hacen.
Los resultados están a la vista, así: humo negro provocado por vehículos, ruidos de bocinas, desechos sólidos sin efectivo tratamiento, basureros clandestinos, deforestación, fuegos provocados, viviendas sin control en espacios poco recomendables, paredes manchadas, faltas gravísimas, motocicletas con escapes abiertos y una indiferencia inexplicable.
Además, se puede subrayar, la pésima participación ciudadana en el tema descrito, en virtud de su falta de educación con fusión mental para distinguir quién es educado y quién es instruido. Ello, porque no tienen preocupación en las diversas clases de contaminantes que les acompañan diariamente.
En consecuencia, mientras más tarde los habitantes de la República se interesen en el presente tema, más pronto estarán expuestos a cualquier tipo de enfermedades por su pésima educación.
Finalmente, se deberá interesar a las nuevas autoridades que asuman la grande responsabilidad para encarar lo expuesto y con la grave carga que sin adoptar las prevenciones del caso, no podrá avanzar la prevención de las epidemias del conocimiento de mis lectores, mientras no comprendamos que la contaminación ambiental aumentará más que las eternas enfermedades que se vienen padeciendo en nuestro país. Especialmente por la falta de ética de algunas personas y la ineptitud por tratar de dar empleos a politiqueros.
