Roberto Arías

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Nació en la ciudad de Guatemala el 5 de mayo de 1942. Especializado en asesoría en comunicación, con especialización en medio ambiente. Estudió Comunicación en la Universidad de San Carlos de Guatemala y posee un postgrado en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales – FLACSO, así como un postgrado en Forestería y Medio Ambiente de la Universidad de Auburn, Alabama, EEUU. Ha conducido programas de radio y televisión, entrevistando a personalidades nacionales e internacionales.

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Roberto Arias

Alejandro Giammattei, presidente electo de la República de Guatemala puso en su lugar al presentador mexicano de CNN en español Luis Fernando del Rincón, un personaje conocido por su forma abusiva de tratar a algunos personajes que entrevista en un programa llamado Conclusiones CNN. Del Rincón ha insultado a la República de Guatemala y a los guatemaltecos en su abusiva y torpe forma de entrevistar a sus entrevistados. Se nota claramente la intención política de los EE. UU. de sostener la degradación de los países latinoamericanos por ese país a través de sus achichincles.

Giammattei, poco a poquito va a ir conociendo más de fondo las presiones domésticas y las presiones internacionales a las que se ven sometidos los presidentes, particularmente los de los países más pequeños y que a su vez aún tienen recursos naturales explotables para los grandes depredadores de nivel mundial.

Guatemala es una enorme fuente de enriquecimiento para grandes compañías depredadoras que vienen a explotar amparadas y respaldadas por sus propios países, porque todo el mundo gana sacando los recursos naturales que pertenecen al pueblo y a la República de Guatemala, menos Guatemala, a quien dejan el uno por ciento del valor de lo que se llevan cuantificado y, obviamente no pagan absolutamente nada por los millones que se llevan de contrabando, es decir, sin cuantificar los cargamentos.

Desgraciadamente, veremos que Alejandro Giammattei tendrá que alinearse con los macro intereses de estos países que han mantenido a casi toda Latinoamérica bajo la bota, en una asquerosa y vil fórmula para apuntalar el subdesarrollo sostenible, basada en la sustentación de la ignorancia, el hambre y la pobreza.

De hecho, Giammattei dentro de las cosas que dijo durante su campaña mencionó, en otras palabras, que abriría paso a la minería en Guatemala. Lógicamente él ya está prácticamente alineado con intereses exógenos, es decir, con intereses depredatorios.

Obviamente, los guatemaltecos esperamos que un cambio de Gobierno traiga aires frescos que puedan darle una ruta exitosa a la ciudadanía y a nuestra patria, pero también debemos estar con los ojos bien abiertos para saber que un hombre sentado en la silla presidencial no puede hacer absolutamente nada positivo si no cuenta con la colaboración y buena voluntad de su pueblo.

Así también esa colaboración y buena voluntad de un pueblo entero, tiene la harta responsabilidad y obligación de exigir al gobernante que cambie los derroteros para única y exclusivamente proteger los intereses de Guatemala y de los guatemaltecos.

Guatemala es un país riquísimo. Debemos exigir que esa riqueza se quede en Guatemala, pero no en manos de unos cuantos feudales, sino que esa riqueza se utilice para iniciar el desarrollo de nuestro país con alimentación, educación, derecho al trabajo y asistencia al emprendimiento sin trabas ni tapujos.

Esperemos que así como le paró la carreta al abuso de Del Rincón, así tenga el valor de pararle la carreta a los depredadores nacionales y extranjeros para beneficio de los guatemaltecos.

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