Danilo Santos

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Politólogo a contrapelo, aprendiz de las letras, la ternura y lo imposible. Barrioporteño dedicado desde hace 31 años a las causas indígenas, campesinas, populares y de defensa de los derechos humanos. Decidido constructor de otra Guatemala posible.

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Danilo Santos
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Han pasado cuatrocientos noventa y cinco años desde que arribaron a estas tierras los que transmutarían de bandidos con fe a nobles y finos señores dueños de la tierra y las personas que la habitaban, ellos impusieron su idioma, sus costumbres y sus leyes y ahora nos dicen que somos lo que inventaron, y nos repiten casi cinco siglos después, nos repiten a gritos, que nada cambiará por mucho que pasen los años.

Luego de observar su agresiva contraofensiva en contra de lo que sintieron como un ataque directo a la estructura, pero que solo empezaba a tocar la superestructura en el país, deja claro que; no son intocables, y también que están dispuestos a todo a la hora de defender su poder y privilegios.

Los resultados electorales entonces, eran previsibles, el continuismo del proyecto oligárquico, militar y mafioso sigue su marcha de siglos. Hicieron creer al electorado que la candidata a la que hicieron perder era la representación del socialismo y el avance de la izquierda, y la población se lo tragó; vaya si seguimos sin profundidad crítica y consumiendo la basura de la hegemonía de los patrones y los gorilas. Nuevamente gana el evento electoral un partido aparentemente nuevo pero que en realidad es lo mismo de siempre, con diferente representación formal, colores y nombre, pero lo mismo, es decir, un cascarón que será utilizado y dejado atrás: roto e insignificante. Como lo han sido la mayoría de los partidos de 1985 a la fecha.

Se desató la guerra de un manipulado Jimmy Morales contra la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, se consolidó con el fanatismo religioso en el Legislativo y el Ejecutivo, y se coronó con el peso de los intereses norteamericanos, los cuales alinearon a los sectores que ahora se ven reflejados en el equipo de gobierno presentado por el candidato ganador de las elecciones. La guinda al pastel será cuando se vacíe el Mariscal Zavala.

Seguimos siendo una finca de población obediente y no deliberante que finge vivir en democracia.

La Segunda Vuelta Electoral se definió entre la campaña de reelección de Trump en Washington y cofradías obtusas en Guatemala.

Habrá que aprender la lección y tender puentes entre agendas, sumar luchas, ser críticos, tener propuesta y estar a la altura de las circunstancias. El liderazgo político de partidos y organizaciones de izquierda puede dar un salto del infantilismo y la arrogancia hacia las luchas por intereses comunes y cuestiones profundas, estructurales. De lo contrario seremos cómplices de esta charada que ha ido de la homilía al culto, de la parroquia y la catedral, al culto y a la “Casa de Dios”.

Queda seguir luchando, no cuatro años, sino los que hagan falta. Se equivocan si creen que su solapada dictadura será para siempre, nada es para siempre, nada lo ha sido en la historia de la humanidad. Aunque nuestra falta de empatía e identidad nos impida ser claros y honestos con la realidad, esta estulticia tampoco durará para siempre.

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