Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“Lo decisivo para actuar en política es la pasión moral”. Theodor Heuss

A dos días de las elecciones en segunda vuelta, y de conocerse el resultado de las mismas, el gran reto que enfrenta el Presidente electo es mejorar en demasía la situación del país, cosa nada fácil, pero tampoco imposible, para sentar las bases para un mejor futuro.

Después de varios intentos, al doctor Giammattei le llegó la oportunidad de su vida, y no por el hecho de haber ganado las elecciones, la ocasión es demostrar con madurez, tolerancia, y vocación de servicio, que los años que bregó en política le sirvieron para hacer lo que la población espera, no un milagro, pero sí buen hacer.

Derivado de nuestro sistema, que permite una segunda vuelta, es el Presidente electo, no legítimo, pero sí legal, porque con un 57.3% de abstencionismo, más de la mitad de los ciudadanos aptos para votar, ninguno de los dos lo sería, ese abstencionismo, debería ser un acicate para él y su equipo, con el objetivo de legitimar su Presidencia, ya que fue electo por un 57.93 del 42.70%, que fue la población que acudió a votar.

Derivado de la poca empatía que despertaron los dos candidatos, es la oportunidad de oro para el doctor Giammattei de demostrar a la población en general, que sus años de ejercer de alguna forma el poder, le dejaron enseñanzas en todos los sentidos, especialmente en el humano.

En lo personal, le recomiendo que tienda puentes a las diferentes corrientes del pensamiento, pero más aún a los guatemaltecos más preparados en cada una de las áreas, para que se incorporen a un proyecto incluyente y aporten lo mejor de sí mismos, con el objetivo de edificar las bases para un proyecto de nación, en el que todos sean escuchados, y se tomen en cuenta las mejores ideas, por el bien del país que recibe en pedazos, y no solamente económicamente, también socialmente.

Hay que recordar, que el proceso que recién termina, dividió mucho a la población, y dejó muchas heridas, que deben ser sanadas, y nadie mejor que el representante de la unidad nacional para llevar a cabo tan titánica encomienda.

En un momento crítico para el país, se necesita de mucho gasto social, que no es regalar dinero, es sentar las bases para generar empleo, educación y salud, porque un pueblo con fuentes de trabajo, se aleja de la delincuencia, con educación desempeña mejor sus labores, y con salud tiene más energía para producir.

Lo que el país pide a gritos, es que se generen las condiciones, para que se genere inversión, y eso solamente se logrará, combatiendo los problemas que forman la causa, y no el efecto, ese ya lo vivimos diariamente, el principal reto para el nuevo Presidente, fuera quien fuera, es identificar las causas de nuestro subdesarrollo y atacarlo frontalmente, con medidas a corto, mediano y largo plazo, y aún estamos a tiempo de hacerlo.

Otro consejo es olvidar cualquier tipo de contienda, u ofensa pasada, para un Presidente, que se quiera convertir en estadista, el futuro inicia diariamente, con nuevas proyecciones sociales, culturales y económicas, identificando la calidad del gasto público, base esencial de un buen gobierno.

El trabajo es arduo, pero quien está comprometido con el país, no con grupo de poder alguno lo puede lograr.

Pareciera que estamos halando de una utopía, pero cada cuatro años una persona tiene la oportunidad de liderar un proyecto de mejor país, hasta el momento todos han fracasado, unos más que otros, pero es un fracaso en sí.

Señor Presidente electo, tiene una oportunidad que no se va a repetir nunca más para usted, y nosotros el pueblo, escuche, llegue a acuerdos, consensue, rodéese de los personajes más aptos, y podrá decir que hizo algo por el país, no lo va a cambiar, pero sí sentará las bases de un futuro mejor para los que vienen atrás en la vida, piénselo.

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