Roberto Arias
Una enorme cantidad de personas con alta cultura general me ha manifestado en las últimas semanas, estar de acuerdo con que la o, el próximo Presidente de la República, quede quien quede en esta espuria y/o bastarda elección, será un personaje opaco con la marca o el sello de la ilegitimidad, en virtud de que en la primera vuelta de elecciones hubo casos confesos y evidentes de corrupción, tanto por parte de los magistrados del Tribunal Supremo Electoral, como de la Corte de Constitucionalidad y otras instituciones que cometieron actos no permitidos legal y/o moralmente.
Los hechos evidentes hicieron que el juez Freddy Orellana, titular del Juzgado Séptimo de Instancia Penal, solicitara al Ministerio Público que las altas autoridades del Tribunal Supremo Electoral sean investigadas. Se conoce por los medios de comunicación masiva que Gustavo Adolfo Castillo Gonzáles, ex director de Informática del Tribunal Supremo Electoral, al igual que Beny Obdulio Román Chanquín, ex subdirector de Informática del mismo ente institucional, fueron capturados y ya acudieron a la audiencia de su primera declaración.
Estos dos oscuros personajes, según los medios, confesaron que algunos Magistrados del TSE quebrantaron la ley al ordenarles realizar acciones ilícitas para boicotear las elecciones y favorecer a uno de los dos candidatos. Pero lo más indignante y vergonzoso para los guatemaltecos es que estamos hablando de un fraude institucional en contra del pueblo de Guatemala; incluyendo los fallos legalmente sesgados de la CC, para favorecer seguramente a quienes han repartido ríos de dinero dentro y fuera de las comunidades campesinas.
Estas y un sinfín de argucias más llevadas a cabo por las Cortes, el TSE y varias instituciones más, argucias que son públicas a través de los medios de comunicación, han logrado terminar de polarizar a un pueblo ya sumamente dividido y ahora sólidamente confundido, sin saber qué hacer, si ir o no a votar, por quién ir a votar, etcétera.
Invito cordialmente a la población guatemalteca, a que tome conciencia cívica de sus actos sociales y políticos y, le suplico que por favor vaya y vote. No anule su voto ni lo deje en blanco. Es el momento para intentar comenzar a crecer cívicamente y así comenzar, también, a conocer con más interés sobre lo que conviene y no conviene políticamente a Guatemala.
Puedo afirmar que ninguno de los dos candidatos que intereses personales pusieron como ganadores de la primera vuelta tienen la idoneidad adecuada para asumir un puesto que requiere de mucha dignidad y de una moral tan alta que pueda comenzar a intentar un modelo de desarrollo para beneficiar a los guatemaltecos. Quieren, dentro de otras, privatizar el IGSS.
Muchos grupos de ciudadanos han solicitado que se anulen las elecciones, pero la corrupción se ensañó sobre Guatemala y tendremos que tomar la alternativa de ver al electo(a), como una figura presidencial ilícita… ilegítima… espuria… No puede respetarse a un personaje así.
No permitido legal o moralmente… delito quebrantamiento de la ley