Gladys Monterroso
licgla@yhoo.es
“El problema de las noticias falsas es que debilitan la confianza”. Edward Schumacher.
En el mundo actual, la tecnología es un elemento importantísimo en la comunicación social, tanto a nivel personal, como parte de los medios de comunicación tradicionales, que adicional a su presentación escrita, también los podemos consultar en Twitter, Facebook, y cuantas redes sociales existan hoy, y surjan mañana.
Todos estos medios, incluyendo el joven antiguo correo electrónico, se prestan para crear y difundir noticias falsas, no solamente durante períodos electorales, también cuando no nos encontramos inmersos en los mismos, en lo personal, cuando por WhatsApp me envían una noticia escandalosa, entro a los medios de comunicación tradicionales, y verifico si la información es certera o no, y aunque lo sea, es un principio fundamental para mi persona, no compartir información alguna, porque no a todas las personas les agrada, menos aún las religiosas, siendo un país de esencia creyente.
Actualmente, las noticias falsas proliferan, creo, que nuestro deber primario, es identificar la fuente, por ejemplo todo lo relacionado con el Presidente del Salvador, lo que se puede creer es lo que él mismo twittea, y aun así podemos dudar de que se trate de una cuenta falsa.
Nuestro país, es caldo de cultivo de muchos males salidos de la Caja de Pandora, la que originalmente era una tinaja ovalada, que en su interior contenía todos los males y las desgracias que la sociedad podía llegar a tolerar[GEMV1] y soportar, entre los que se encontraban entre otros, los vicios, la pasión, la tristeza, y el crimen entre otros.
Eso semejan las noticias falsas, una moderna Caja de Pandora, que, a diferencia de la original, en la actualidad contienen, mentiras, calumnias, aseveraciones falsas, y cualquier farsa, que algún ingenuo, o quien quiera escuchar este tipo de mentiras, y repetirlas, les pone atención, convirtiéndose en parte de su filosofía de vida.
En las redes sociales, he leído infinidad de noticias que me han llamado la atención por lo insólitas, pero cuando investigo, son falsas, ya cometí un vez, el error de creer en una de ellas. Veamos, un día después de las elecciones, fue el Día del Padre, como se han creado otros días, incluyendo el de la Madre, leí una noticia que decía, que por ser asueto oficial el Día del Padre, el mismo se corría al día siguiente, o sea el 18 de junio, el 15 del mismo mes falleció una de mis hermanas a la que amé con toda mi alma, sinceramente me encontraba enojada con la vida, y al leer la noticia falsa, no me tomé el tiempo para verificarla, simplemente escribí cualquier tontería contra los padres que no pasan pensión alimenticia, y que adicional descansan el Día del Padre (Situación que no es así).
En lo personal, no estoy de acuerdo, que un país en el que impera la extrema pobreza, disfrute de tantos asuetos, tampoco es de mi agrado la famosa Ley que Promueve el Turismo Interno, le cambiaria, con mucho gusto el nombre a Ley que Promueve la Haraganería Nacional.
Sin embargo por mi estado emocional, trasladé mal el mensaje, y como es de esperarse recibí con justa razón cantidad de tomatazos (Sentido Figurado).
Lo importante de la anécdota anterior, es el impacto de la noticia falsa, provenga de donde provenga, soy de la opinión, que sin limitar la sagrada Libertad de Emisión del Pensamiento, si es necesario castigar la creación y posterior divulgación de las noticias falsas, porque crean inestabilidad en la población en general.
Situación contraproducente para un país como el nuestro, tan dado a la ociosidad, así como a la leyenda y al realismo mágico, que se cree todo lo que le cuentan o lee, como cierto, para sentir que está en problemas, cuando sin necesidad de tanta falsedad, ya vivimos en un eterno problema, que se llama Ociosidad.