Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“Las redes sociales sin objetivos son como una silla mecedora: mucho movimiento pero no te llevan a ningún lado.” Pedro Rojas

Leí en Facebook un post que me llamó la atención por vacío, decía algo parecido a lo siguiente: “Si en Facebook todos odiaban a Sandra Torres, por qué ganó las elecciones”, resulta lógico el resultado del domingo recién pasado, Guatemala es un país carente de lo básico, derivado de mantener el statu quo de los dueños reales del poder, que necesitan que se mantenga la situación de siempre, y que siguen manteniendo.

Los ciudadanos reflejan, dependiendo de su situación social, en el amplio (Demasiado) abanico que permite la LEPP, el voto en atención a sus necesidades más urgentes, veamos, votaron por ST los necesitados de servicios sociales primarios (Hambre) por G los que ven el problema de la inseguridad (Ataque a la delincuencia), por M los que aspiran a una sociedad más justa y por TC distribución de la riqueza.

Dependiendo de las necesidades, así se diluyó el voto, en Guatemala generalmente no se vota por convicción, se vota por quien ofrece satisfacer las necesidades del ciudadano, y ese es el principal meollo del problema.

Si sumamos a lo anterior, las diversas Fake News que han circulado durante el corto proceso de propaganda electoral, y antes de él, las redes sociales han confundido más al ciudadano, haciéndole creer en una mentira virtual.

Quienes opinan en las redes sociales, no tienen que ser: 1) Personas reales, 2) Tener una línea ideológica definida, 3) Trasladar un pensamiento.

Derivado de lo anterior, acá y en el mundo entero, incluyendo los que trasladan los medios de comunicación tradicionales, no podemos tomarlo como una verdad creíble, los que tenemos acceso, asumimos la obligación de confrontarlo, regularmente yo lo hago, no importa el medio, siempre lo confronto para mi propio acerbo, más aún para escribir para un medio de comunicación, porque desde que crearon las poderosas Noticias Falsas, no podemos tomar todo lo que leemos como media verdad, es necesario consultar varias fuentes.

Viene a colación lo anterior, porque, aunque en las redes sociales han demostrado un más que odio hacia Torres, las mismas son virtuales, en las que cualquiera que posea uno o más perfiles los utiliza para apoyar o vilipendiar a cualquier persona o funcionario, pero repito no todas responden a una sola persona, y al igual que en otros países dan una idea equivocada, prueba de ello es el resultado de las elecciones, las encuestas como sucede en otras sociedades reflejaron la tendencia, que nos guste o no, se convirtieron en realidad.

Quien vota en una urna es un ser humano, no un ser virtual, sumado a lo anterior, las noticias falsas que inundan nuestro entorno, crean un sentimiento de inestabilidad que se refleja en la poca o casi nula inversión, adicional a los que se dedican a trasladarlas, que son muchos.

Recuerdo que hace años, conocí a una persona, que tenía como afición crear una mentira cualquiera, y comentarla, su satisfacción era corroborar como regresaba a ella: totalmente diferente, siempre más grande y con nuevos detalles, todos adicionados por cada persona, lo mismo sucede con la realidad virtual en la que vivimos, pero a la que pocos tomamos en serio, cualquiera pensaría que todos los ciudadanos del país tenemos acceso a la alta tecnología (léase redes sociales, información por medio de Google, y otros tantos), pero no es así, la mayoría ve más Youtube por las canciones y videos, que leer una noticia, menos aún un libro.

Ante esta realidad, el peor medio de medición de lo que es nuestra sociedad, son las redes sociales, porque la mayoría son una ficción, aunado a lo anterior, que el guatemalteco vota dependiendo de sus necesidades básicas, y favorece a quien cree que las satisfará a corto plazo, el guatemalteco no piensa a largo plazo desafortunadamente.

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