Jorge Morales Toj
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Todas y todos los guatemaltecos tenemos una cita con la historia este 16 de junio. Debemos cumplir nuestro sagrado deber y ejercer nuestro derecho de emitir nuestro voto para elegir al Presidente y Vicepresidente, a elegir a 160 diputados y a más de 3 mil 695 funcionarios municipales a nivel nacional.
El deber ciudadano es ineludible. No se puede ser indiferente y evasivo frente a la responsabilidad histórica que tenemos de elegir a las autoridades que deberán gobernar los destinos de nuestro país para los siguientes 4 años.
En nuestras manos está el futuro de nuestro país, en nuestras manos está el reto de cambiar la historia. No votar por los mismos, no votar por corruptos y ladrones, no cometer los mismos errores es nuestra responsabilidad. El compromiso debe ser en favor de la renovación de la clase política tradicional, mediante el voto inteligente, el voto informado y el voto consciente.
En las últimas semanas, hemos visto, en distintos puntos del país grandes colas en un banco del sistema, debido a que miles de personas miembros de las patrullas de autodefensa civil ex PAC, recibieron “un pago”, de igual forma, miles de personas están recibiendo cupones canjeables por alimentos. Asimismo, muchos alcaldes que van para la reelección, iniciaron la construcción de distintas obras en sus municipios, exactamente en pleno proceso electoral y en múltiples ocasiones dejan las obras a medias, con el único propósito de generar expectativas, captar y capturar electores y enganchar a los votantes. Estos hechos junto a la amenaza de exmilitares y algunos trasportistas de bloquear carreteras, para boicotear las Elecciones Generales, están empañando el proceso electoral.
Todos los hechos mencionados, sin lugar a dudas, ponen en entredicho la pureza del proceso electoral. Se pone en riesgo la liberta del votante, existe una amenaza al ejercicio efectivo de los derechos políticos de los todos los ciudadanos y por lo consiguiente una amenaza a la joven democracia.
Ojalá no se siga empañando ese proceso electoral. La ciudadanía tiene el derecho constitucional de emitir su sufragio y elegir a sus autoridades en total libertad. Es deber de Tribunal Supremo Electoral, del Ministerio Público iniciar de oficio las investigaciones por posibles hechos que pueda constituir faltas o delitos electorales e iniciar la persecución penal para garantizar la pureza del proceso electoral. Asimismo, la Contraloría General de Cuentas debe iniciar de oficio las investigaciones y fiscalizar el uso electorero de los recursos del Estado.
La ciudadanía debe ser beligerante en este proceso electoral, ser simples observadores no coadyuva a nuestro Estado de Derecho. Se deben denunciar la compra o venta de votos, la coacción y cualquier anomalía que pueda afectar el proceso electoral. Todas y todos estamos llamados a ser garantes para que se respete la voluntad popular.
Es un deber ético para todos los ciudadanos tener suficiente información y argumentación para poder optar y votar por cualquier candidato de los distintos partidos políticos. Llegó el tiempo de dejar de ser clientes y ser ciudadanos.
Este 16 de junio llueve, truene o relampagueé, salga a votar, hágalo con dignidad, responsabilidad, civismo y memoria histórica, Guatemala nos necesita y no debemos fallar.
