Roberto Arías

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Nació en la ciudad de Guatemala el 5 de mayo de 1942. Especializado en asesoría en comunicación, con especialización en medio ambiente. Estudió Comunicación en la Universidad de San Carlos de Guatemala y posee un postgrado en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales – FLACSO, así como un postgrado en Forestería y Medio Ambiente de la Universidad de Auburn, Alabama, EEUU. Ha conducido programas de radio y televisión, entrevistando a personalidades nacionales e internacionales.

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Roberto Arias

Álvaro Enrique Arzú Irigoyen, quien utilizó a la República y a la ciudad de Guatemala como su caja chica, dentro de los eslóganes que inventaron él y sus achichincles estuvo éste: “La ciudad del futuro”, refiriéndose a la Capital de Guatemala. La formidable cantidad de mentiras; falacias enmarcadas en todo tipo de apelaciones y engaños en serie y en serio que hizo Arzú en contra del pueblo entero de Guatemala estando en la Presidencia de la República y como alcalde capitalino, realmente no tienen parangón.

“La ciudad del futuro” no es más que una muestra de lo que muchísima gente se tragó, viendo verdaderamente en su mente que en el futuro cercano, Guatemala podría ser como las ciudades futuristas imaginarias que los productores de Hollywood describen y proyectan en sus películas.

Pero Arzú sabía que Guatemala sí era una ciudad del futuro… pero de un futuro sin agua, sin transporte público eficiente y con el basurero municipal produciendo cáncer de pulmón a cientos o miles de personas que viven y trabajan en sus cercanías. Ese basurero, además de ser un infernal ente maloliente para esas mismas personas, echa humo las 24 horas del día durante todo el año, a pocas cuadras del Palacio Nacional de Guatemala. ¡Es vergonzoso!

Los tres ejes fundamentales de la urbanización de una creciente urbe del tercer mundo como Guatemala tienen, ahora, un futuro catastrófico y eso obviamente no permitirá en mucho tiempo que se logren los inicios del desarrollo, porque esos tres ejes urbanísticos son esenciales para ese menester.

El mayor problema ahorita, que es vital, es la falta de agua en la Capital, porque en 45 años que estuvo el susodicho en y, detrás del poder, jamás le puso atención a ese capital problema y, ahora, formidables sectores de la Capital de Guatemala carecen totalmente de agua.

Pero los hijos de Arzú, que heredaron cantidades navegables de dinero sustraído ilegalmente de la población, ahora ponderan “El trabajo de su padre”, por lo que se lanzaron detrás de varios huesos políticos, porque la voracidad es insaciable y, saben que hay tantísimo voto cautivo con intereses de no soltar la macolla, que podrían ganar, si el propio pueblo de Guatemala no vota en contra de ese nefasto clan y sus achichincles para pararles la fiesta.

Mientras tanto, salta a la vista la enorme cantidad de profundos y enormes agujeros que abren en todas las zonas capitalinas, para hacer sótanos-parqueos y cisternas de los enormes edificios que se construyen, casi con seguridad para lavar dinero y porque saben que ya se van al carajo.

“¡Qué cabronada más grande la de estos hijos de la Siguanaba!” Espetó doña Lupita, una vecina, que comentaba el asunto y carece de agua en su casa.

¿Cuántos millones pagarán por cada licencia de construcción a quienes quedaron con la Municipalidad tomada? El agua para surtir esos millones de litros que consumirán todos esos edificios a diario, simplemente los surtirán cerrando ramales y quitando el agua a los sectores más desfavorecidos, aunque éstos paguen sus cuotas puntualmente.

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