Ayer el Tribunal Décimo Tercero de Sentencia Penal decidió decretar el abandono de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) como querellante adhesiva en el Caso Botín Registro de la Propiedad, en el cual están sindicados José Manuel Morales y Sammy Morales, hijo y hermano del presidente Jimmy Morales. El juez consideró que la excusa presentada por la CICIG era tan extemporánea como lo fue para el Vicepresidente el ofrecimiento que hizo Iván Velásquez de renunciar si se permite el trabajo de la comisión hasta el fin de su mandato.

En realidad apartar a la CICIG del proceso Botín Registro de la Propiedad era esencial para el presidente Morales y por ello se puede decir que con lo resuelto por el titular de ese tribunal se cumplió la misión que se propuso el gobernante que rompió con el comisionado Iván Velásquez justamente cuando salió el caso de sus familiares implicados casi por casualidad en el proceso. Y es que ellos no eran parte de la investigación, sino que fue una de las sindicadas quien en pleno tribunal habló de la factura que habían proporcionado por servicios no prestados para encubrir los gastos y cuando mencionó el nombre del proveedor del documento a nadie le sonó. El tribunal ordenó la investigación de lo que se había afirmado y de allí deriva todo el caso contra el hijo y el hermano del mandatario.

Algunos han dicho que fue una torpeza de la CICIG haberse comprometido por una investigación de un crimen de poco monto, pero no se dice que fue el Tribunal el que ordenó la investigación luego del testimonio que se produjo en el estrado. Pero el caso es que para Morales Iván Velásquez ordenó una investigación perversa contra sus parientes y de allí el odio jarocho que llegó a desarrollar contra el Comisionado y que finalmente produjo lo ocurrido ayer cuando se apartó a la Comisión de ese proceso luego de que el mismo Presidente ordenó su expulsión de Guatemala en plazo perentorio.

Si alguna duda había del conflicto de interés que ha marcado la política del gobierno respecto a la Comisión Internacional Contra la Impunidad, ayer quedó por completo despejada. Solo faltó que en el Tribunal colgaran una gran manta, como la que ordenó colgar Bush en un portaviones anunciando “Misión Cumplida” (Mission accomplished) tras la invasión a Irak, para destacar el logro del objetivo fundamental de toda la parafernalia montada precisamente para apartar al querellante adhesivo del juicio por el desfalco al Registro de la Propiedad y proteger a los sindicados.

Redacción La Hora

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