Marco Tulio Trejo Paiz
Ahora que finaliza un año y empieza otro, debemos de pensar en Guatemala porque si no vamos a tener un año 2019 convulsivo, donde va privar el interés propio y no el general con el actuar de un gobierno que ofrece una cosa y hace otra, como que el Pueblo fuera un juego de politiqueros, quienes tratan de mantener un estatus que han estado acostumbrados de años.
Es importante que los dirigentes de los Partidos Políticos piensen en el país y las consecuencias de mantener una pugna entre derechas e izquierdas, donde el que más hable puede ganar, sin importar lo que pueda conllevar ese tira y encoje que nos tiene en una crisis económica, social y política.
Como sociedad no podemos dejar que esto suceda, el país anda por un mal camino y no es justo que le dejemos esto a nuestros hijos, las nuevas generaciones no se merecen tener una sociedad que no permita la posibilidad de desarrollarse y que esto conlleve a que más y más personas busquen el denominado “sueño americano”, el cual tampoco existe.
Por eso es que debemos de tratar de enderezar el rumbo de la nave, ese rumbo que nos permita, como guatemaltecos, sentirnos orgullosos de haber nacido en esta hermosa tierra, la cual tiene lo que muchos desean, pero lamentablemente nosotros no la valoramos.
El panorama político hace que no tengamos un camino definido, sino que un gran abanico que solamente permite que muchos politiqueros, tengan en sus manos un negocio redondo, ofreciendo la luna y las estrellas a los votantes, quienes estamos urgidos de tener un gobierno que cumpla con las expectativas que todos tenemos como Nación.
Esta situación se ve lejana más con 27 partidos políticos que de antemano no van a llevar un equipo digno al gobierno, sino que solamente sirve para que muchos lleguen al poder a llenarse los bolsillos, de ese dinero que aporta el Pueblo, el cual debería de ser invertido en salud, educación, vivienda e infraestructura.
Diariamente podemos leer, escuchar y ver en los medios de comunicación, la forma como actúan los políticos, quienes se ven involucrados en actos de corrupción y procesos judiciales que los deja muy mal vistos, con sus formas de actuar y de encaminarse en la vida pública, donde ser un politiquero es hasta mala palabra.
Según datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE), cada justa electoral participan alrededor de 4 mil políticos, quienes son los que luego de ser electos se pasan pensando la forma de acercarse al poder, para aprovecharse del mandato que les confiere la ley.
Y para colmo de los colmos, tenemos un gobierno poco tolerante, bueno con la corrupción de sus funcionarios si lo ha sido, que tiene una pugna contra una institución que se ha encargado de luchar contra la corrupción y que en los últimos meses ha sido atacada con el argumento de velar por la soberanía de un país y estar contra la justicia selectiva.
Se habla de golpes blandos y golpes técnicos, que unos los promueven y los otros los defienden, pero lo que si tenemos seguro es que con esta pugna política lo únicos afectados somos los ciudadanos, los que nos esforzamos, aportamos y trabajamos por lograr una mejor Guatemala.
