Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt
Ayer en un acto público Jimmy Morales se mostró encendido e iracundo lanzando sapos y culebras a diestra y siniestra, y de paso hizo un señalamiento mentiroso sobre La Hora como medio de comunicación, afirmando que del tema de mi hijo no se ha dicho ni publicado nada. La Hora publicó la denuncia formulada en su titular principal de primera página, pero sin duda la visión que le proporcionan los carísimos anteojos que le compró la SAAS se anula por lo que hacen ingerir quienes lo mantienen en onda para que les cumpla con la dirección del persistente ataque a la CICIG y a la lucha contra la corrupción.
En el caso de José Carlos y el contrato que tuvo en el Ministerio Público la misma denuncia de la Contraloría señala que la consultoría entregó el fruto del trabajo y se cuestiona por qué el mismo no fue socializado. En ningún momento se habla de que se le pagó por un trabajo no realizado, lo cual sería objeto de vergüenza. Y como hemos hecho en todos los casos anteriores, La Hora no oculta información que, en teoría o en la práctica, podría afectarnos en lo personal o como familia. Estamos acostumbrados a dar la cara todos los días, asumiendo la responsabilidad de nuestras opiniones y nadie puede decir que usamos raseros distintos en el manejo de la información porque siempre hemos publicado cualquier tema que sea de interés público, por mucho que nos pueda afectar.
En cambio, el señor Morales puso a todo el gobierno y al país en una situación complicada para vengarse por el caso de su hijo y su hermano, mucho antes de que él mismo fuera implicado en la investigación de hechos delictivos. El caso de los parientes del Presidente no fue impulsado ni escarbado por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala sino se derivó del testimonio de alguno de los implicados en el Caso Botín Registro de la Propiedad y, como dijo el Comisionado Iván Velásquez, no podían hacerse los locos cuando se expusieron los hechos en el curso de una diligencia judicial.
Morales no supo enseñar nunca a sus hijos a dar la cara ante los hechos y asumir las consecuencias de sus actos porque se predica con el ejemplo; lejos de ello montó en cólera para iniciar su alocada carrera contra la CICIG y, por supuesto, contra la lucha por la transparencia que libramos muchos ciudadanos con el acompañamiento de esa misión internacional. Colocó a todo el aparato del Estado en estado de guerra declarada contra Iván Velásquez por el caso de su hijo y su hermano, cuando hubiera sido más sencillo que simplemente reconocieran lo obvio para asumir las consecuencias, como hace la gente que tiene mínimos de decencia.
#EnVIVO | Presidente @jimmymoralesgt entrega el mejoramiento de la carretera RN-16, tramo El Boquerón – Chiquimulil… https://t.co/MjzrHiiCGY
— Gobierno Guatemala (@GuatemalaGob) December 18, 2018
** En el tuit del Gobierno aparece un video del presidente Morales hablando. Del minuto 40:35 al 42:48 habla del tema en cuestión de la columna.
Su afirmación no sólo es mentirosa en cuanto a que no hayamos publicado la denuncia contra mi hijo, sino en lo que él entiende como mis motivaciones. Yo estoy comprometido en la lucha contra la corrupción y mi compromiso es seguirla librando desde esta trinchera, La Hora, a la que quieren liquidar y desde aquí apoyaré todo esfuerzo que vaya en esa dirección y contra todos esos pícaros a quienes Morales representa tan bien.
