Oscar Clemente Marroquín

ocmarroq@lahora.gt

28 de diciembre de 1949. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Periodista y columnista de opinión con más de cincuenta años de ejercicio habiéndome iniciado en La Hora Dominical. Enemigo por herencia de toda forma de dictadura y ahora comprometido para luchar contra la dictadura de la corrupción que empobrece y lastima a los guatemaltecos más necesitados, con el deseo de heredar un país distinto a mis 15 nietos.

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La invitación para asistir al programa de Dionisio Gutiérrez se le formuló para participar junto a Phillip Chicola y el diputado Fernando Linares Beltranena y Pedro Pablo Marroquín la aceptó encantado porque el tema a discutir sería el acoso que hay contra la Prensa en el país. Hubiera sido una buena oportunidad para demostrarle a ese diputado la barrabasada que hizo con la ley de Avisos Electrónicos porque como su única preocupación era que la misma fuera un golpe a La Hora, no se cuidó en absoluto de formular una ley que realmente modernizara la forma en que se publican los edictos y demás publicaciones legales.

Según la excusa, tenía que dedicarse a andar de acompañante de la esposa del Primer Ministro de Israel, figura importantísima para el Pacto de Corruptos al que pertenece Linares. En todo caso, el programa se realizó y se pudo discutir sobre el tema de fondo que es la manera en que la Prensa del país se ve acosada por los poderes fácticos que tratan de pasarle factura por el compromiso, natural y lógico, que la Prensa democrática tiene en la lucha contra la corrupción. Salvo los medios que están de alguna manera asociados a la corrupción, la Prensa del país ha hecho lo que haría la de cualquier lugar del mundo, es decir, desnudar la realidad nuestra que no es otra que la de un país cooptado por los poderes corruptos que usan a políticos ambiciosos para asegurarse el control absoluto. Cada cuatro años los mismos de siempre apuestan por nuevos candidatos de manera que no se pierda la tradición de que sólo llegan los que, previamente, le vendieron el alma al diablo y cuando ese juego salió a luz, al publicarse los detalles de cómo opera la “Cooptación del Estado”, Caso presentado por la CICIG, simplemente vieron en la Prensa que informó de los hechos al enemigo número uno, de la misma manera en que define a la Prensa el Presidente de los Estados Unidos.

La Prensa independiente siempre ha caído mal a los poderosos porque en la medida en que es veraz tiene que señalar las realidades que esa gente quiere siempre ocultar. Ciertamente no toda la Prensa juega ese papel de decir la verdad, pero los que lo cumplen son objeto de distintas formas de acoso y comercial es una de ellas.

Chicola dijo que la historia no es nueva y que a lo largo del tiempo ha habido reacciones contra la Prensa de distinto calibre, señalando ejemplos como el del diario elPeriódico y la revista Crónica, aunque Pedro Pablo matizó que también hay que ver que algunas represalias económicas son resultado de que se rompe el pacto entre pícaros, como pasó cuando Pérez Molina no llegó a satisfacer exigencias supuestamente pactadas de antemano.

Y el punto esencial del mensaje de Pedro Pablo Marroquín fue que en el país todos tenemos que aprender a la rendición de cuentas, lo mismo los políticos que sus financistas y la Prensa que los ataca o los defiende. Nadie debe quedar al margen de esa transparencia necesaria para empezar a cambiar un país que se ha llegado a convertir en un asqueroso chiquero por tanta corrupción.

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