Edith González

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Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

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Edith González

Debemos tratar de dormir 8 horas, acostarnos temprano y levantarnos temprano para vivir mejor.

De siempre han existido las tormentas eléctricas, pero ahora el ser humano domina la electricidad. Thomas Edison en 1879 inventó el foco eléctrico y creó un sistema de iluminación eléctrico consiguiendo seguridad, economía y práctica con la luz incandescente. El servicio de energía eléctrica en Guatemala inició en 1884, al instalarse la primera hidroeléctrica en la Finca El Zapote, zona 2.

En la actualidad los hogares cuentan con energía eléctrica, permitiendo el uso de aparatos eléctricos para facilitar las tareas domésticas y brindar recreación a través de televisores, internet y radio. El foco de luz que permite la lectura o el simple estar despierto más tarde.

Ello ha provocado un cambio en el funcionamiento de nuestro organismo alterando el reloj biológico ubicado en el hipotálamo, que controla la mayoría de los ritmos circadianos, encargados de regular los cambios en las características físicas y mentales que ocurren en el transcurso de un día. La palabra circadiano significa «alrededor de un día». Las señales del hipotálamo viajan a diferentes regiones del cerebro respondiendo a la luz, o suspendiendo la producción de melatonina, una hormona que provoca la sensación de somnolencia cuando oscurece.

Las funciones biológicas y de conducta también están reguladas por el ritmo circadiano, su desregulación produce trastornos del sueño y alteraciones fisiológicas importantes. En psiquiatría son frecuentes los problemas del sueño, asociados al autismo y la discapacidad intelectual y es el insomnio el problema más frecuente.

Ciertos estudios informan una correlación genética entre los trastornos del sueño y la esquizofrenia, y entre la alteración de los patrones genéticos y el trastorno bipolar y la depresión. Además, en los trabajadores por turnos se observan índices altos de problemas del sueño y patrones genéticos alterados.

Cada órgano tiene un reloj interno que permite regularizar su funcionamiento, el que se ve alterado ante los cambios en la luz que el organismo percibe. Los trastornos psiquiátricos reflejan la pérdida de sincronización entre los ritmos externos y los internos, que agravan los problemas de adaptación y permiten su aparición.

En los inicios del siglo XIX las personas utilizaban medios alternativos para alumbrarse de noche, sin permanecer despiertos mucho más allá de las veinte horas, dejándose guiar por el ciclo del día /noche; luz/oscuridad, se acostaban temprano y se levantaban temprano.

La energía eléctrica nos permite permanecer despiertos hasta altas horas de noche y/o madrugada y el trajín de la vida diaria nos obliga a levantarnos temprano para acudir a nuestras obligaciones, durmiendo mal, poco y a destiempo.

Algunos estudios encontraron una alta correlación entre el trastorno del sueño, la manía y la depresión del trastorno bipolar, la ansiedad, vulnerabilidad, trastorno por déficit de atención y esquizofrenia.

Los relojes circadianos permiten anticipar la organización temporal de las funciones biológicas en relación con cambios ambientales y adaptar su conducta.

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