Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“El privilegio es el mayor enemigo del derecho”
Marie von Ebner-Eschenbach.

Sin pecar de un fanatismo inexistente, ya que solamente soy fanática de los rojos y el barsa, siendo de una personalidad ecléctica, si, no soy de aquí ni de allá, tampoco de izquierdas ni derechas, me considero una humanista convencida, amante del buen vino, la música tradicional, un buen libro, y el tango, ante la avalancha de nuevos movimientos no sociales ni culturales, considero que humanos, siempre me he encontrado posicionada.

Considero que ningún ser humano debe venir a este mundo a sufrir, por lo que, las relaciones deben ser responsables por parte tanto de hombre como de mujer, pienso que se debe dar información más que a nadie a la mujer, para que tenga conciencia de su propio cuerpo, pero también de su responsabilidad como ser humano, y más aún como depositaria de vida que con todo nuestro amor, eso somos las mujeres, depositarias por gracia de la naturaleza de una vida nueva, eso no nos hace esclavas ni diosas, solo humanas, así que se debe crear conciencia en la importancia de considerarnos responsables del cuidado que nos debemos, más que nada por nosotras mismas, por el respeto que nos debemos.

Estoy convencida que no debemos recibir cuotas de poder por ley, pero sí que tenemos todo el derecho a que se nos respete y valore a todos por igual, pero considerando nuestra esencia desigual, no por ser mujeres, por ser humanas, me molesta enormemente que tanto hombres como mujeres, directa o indirectamente se vendan al mejor postor, lo considero totalmente indigno, como indigno es que se nos considere menos seres humanos por razón de sexo, raza o color, es inadmisible.

Derivado de la libertad de conciencia que nos acompaña, y del derecho a una vida digna, considero la necesidad de crear un marco jurídico para la decisión sobre el último momento de vida de una forma digna, lo que es lo mismo, que la persona decida si quiere seguir viviendo con dolor insoportable o no, pero que sea su decisión consciente, así como qué se debe hacer con sus órganos después de la finalización de la vida, por lo que, si estoy a favor de la eutanasia, así como de crear un marco jurídico para la correcta utilización de los órganos después que la vida finaliza, así como se puede disponer de los bienes materiales, es congruente decidir que los órganos sirvan más allá de la muerte misma.

Creo sí, que hay mucho camino por recorrer, que debemos ser mejores seres humanos un día sí, y otro también, y que parte de esto mismo es aceptarnos como somos, y lo que somos, que no lo somos menos por ser hombres o mujeres, chapines o no, que la libertad es uno de los derechos más grandes que la vida nos ha dado, pero dentro de esa libertad debemos considerar los límites a la misma, porque no existen derechos absolutos, y la libertad no lo es menos.

Asimismo no estoy a favor de la pena de muerte, ya que en la propia culpa está el castigo, y la muerte muchas veces, es un escape a una realidad que hemos construido, por lo que la muerte no puede convertirse en un escape, en algún momento la vida es un castigo, y contestar violencia con violencia nos hace iguales a lo que despreciamos.

Por lo anteriormente expuesto estoy orgullosa de ser mujer, con las debilidades y fortalezas que el serlo me da, ¿Qué el mundo es desigual? Sí, porque sería antidemocrático que no lo fuera, tomando en cuenta nuestra condición de fortalezas y debilidades asimétricas, el mundo es digno de ser apreciado con los ojos de la condición humana, y con sus diferencias, dentro de las mismas hay más igualdades, que lo contrario, y más oportunidades de ser felices que no, por eso, es necesario crear marcos jurídicos para las situaciones que los necesitan, y que no los tienen, con el simple objetivo de responder a la sociedad en su evolución constante.

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