Oscar Clemente Marroquín

ocmarroq@lahora.gt

28 de diciembre de 1949. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Periodista y columnista de opinión con más de cincuenta años de ejercicio habiéndome iniciado en La Hora Dominical. Enemigo por herencia de toda forma de dictadura y ahora comprometido para luchar contra la dictadura de la corrupción que empobrece y lastima a los guatemaltecos más necesitados, con el deseo de heredar un país distinto a mis 15 nietos.

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Oscar Clemente Marroquín
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Entre los guatemaltecos se nota la indignación por lo que ha ocurrido en Nicaragua y los extremos a los que la dictadura de Ortega, que es otra Dictadura de la Corrupción, ha llevado al país, pero no nos damos cuenta que vamos en el mismo camino ahora que los impulsores del Pacto de los Corruptos está ya emprendiendo el camino de la represión luego de haber aprovechado los apoyos que generosamente le ofreció Israel para realizar el espionaje y control de los que se oponen a que el país regrese a la condición que tenía antes de abril de 2015.

Lo que ocurre en Nicaragua es justamente el empeño desesperado de Ortega, Murillo y su entorno para consolidar su poder absoluto para seguir saqueando al país, y los nicaragüenses que sufrieron los efectos de la prolongadísima dictadura de los Somoza, quienes también usaron el poder para su propio beneficio, han decidido actuar con firmeza para reclamar una verdadera democracia y el castigo para los corruptos. No es un tema de ideologías porque allá, mejor que en cualquier otro lugar del mundo, quedó hartamente demostrado que lo mismo da que robe un pícaro izquierdista que un pícaro derechista y se está volviendo a sentir el efecto de la violencia en la que incurren los déspotas, de la misma manera en que en Guatemala se procede ya a acciones burdas en contra de todo lo que pueda significar un riesgo para los planes de los pícaros.

Repito algo que ya dije con toda claridad en el pasado y que me preocupa, puesto que la gran diferencia está en el comportamiento de la gente y mientras los nicas están reclamando en la calle y desafiando a la tiranía como lo hicieron en la lucha contra los Somoza, en Guatemala los ciudadanos seguimos arropados en la indiferencia que nos mantiene al margen y que se convierte en cheque en blanco para que los promotores del Pacto se sientan a sus anchas. Lo que estamos viendo en el caso del hermano del comisario Nery Ramos parece ser apenas el inicio de lo que se viene y que será mucho más duro en la medida en que aumente la desesperación de los funcionarios que han sentido el efecto de los consistentes apoyos que ha ido recibiendo CICIG en los últimos tiempos, especialmente desde Washington, donde fracasó el empeño gubernamental para descarrilar el esfuerzo contra la corrupción.

Y es importante que desde ya la Comisión investigue los planes de los cuerpos clandestinos que se están reestructurando con el objetivo preciso de emprender la campaña de represión. Todo el conocimiento y capacidad técnica de la CICIG debe utilizarse para esa investigación que resulta crucial en las actuales circunstancias y es imperativo que el Ministerio Público se sume al esfuerzo porque deberá saber la Fiscal General que en juego está mucho más que su compromiso con el Presidente pues su postura definirá mucho más que su sitio en la historia porque lo que se viene no es juego de niños, aunque quienes dirigen los planes muestren su enorme inmadurez.

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