Gladys Monterroso

“La muerte es un castigo para algunos, para otros un regalo, y para muchos un favor.” Séneca

La eutanasia es la búsqueda de la persona por una muerte digna, nos podemos preguntar qué significa lo anterior, y para quienes han recurrido a ella, cuando la enfermedad es tan dolorosa que hace del sufrimiento parte de la vida diaria, la existencia se torna invivible, en pocos países del globo terráqueo, se ha legalizado, que quien sufra de un dolor insoportable, pueda decidir poner fin al sufrimiento por medio de métodos científicos, no naturales.

Siempre este tema ha creado polémica, porque la mayoría de las religiones prohíbe este recurso al que acude la víctima de una enfermedad terminal, cuyo avance constituye un sufrimiento más grande conforme se apropia del cuerpo humano, poner fin por decisión propia a este dolor, trae aparejado terminar con la vida propia, por constituir la misma parte del dolor de una enfermedad que no permite un mínimo de tranquilidad, menos de felicidad.

En Holanda desde el año 2002, se puede tener acceso a una píldora que permite morir sin transgredir ley alguna, se permite a personas que sufren de una enfermedad cuyo dolor se hace de sumo insoportable, sin tener perspectiva de mejora alguna.

El llamado suicidio asistido se lleva a cabo desde los años 40 en Suiza, de forma totalmente legal, pues el Tribunal Federal de este país en el año 2006, estableció que toda persona en uso de sus capacidades mentales tiene todo el derecho a decidir sobre su propia muerte, sin que quien le apoye a llevar a cabo la misma cometa delito alguno, así como se decide vivir la sociedad de este país permite decidir morir.

En Guatemala, estamos tan preocupados por sobrevivir, que no pensamos que lo más natural es el siguiente paso: La muerte, y existen momentos en la vida que se hace necesaria, y no necesariamente por problemas emocionales, se hace intolerable por problemas de salud, por el detrimento cada día más elevado de la misma, se hace entonces necesario en el caso concreto, una muerte que saque al ser humano, del centro del infierno personal, haciéndose preciso el descanso, si este existe, por voluntad propia.

En América Latina se encuentra legalizada la eutanasia en Colombia, además de Canadá, Estados Unidos y tres países europeos. Mientras en el resto del planeta ¿Por qué se prohíbe la Muerte Asistida?, esencialmente por creencias religiosas, el Papa Francisco se ha referido a la misma como “a considerar la interrupción voluntaria de la existencia humana como una elección de ‘civilización’”.

El relato de Brittany Maynard es el de una joven norteamericana que padecía cáncer terminal, y cuyos dolores se hacían cada día más insoportables, tomó la decisión de solicitar la llamada muerte asistida, su familia la acompañó hasta el último momento, para que ella la recibiera, su legado fue: «Hay que cambiar esta política sanitaria y que esté disponible para todos».
Por otro lado, una joven mujer en algún lugar del mundo, fue diagnosticada con un trastorno límite de la personalidad, ya que tenía pesadillas que se repetían durante las horas que duerme, por lo que su vida se convirtió en un suplicio, hasta que solicitó el suicidio asistido, uno de los nombres que recibe la eutanasia.

En nuestro país, no está permitida esta práctica, pero el ser humano es global en la actualidad, y los problemas que afronta son universales, por esta situación el debate sobre la aplicación de la misma es compleja, los seres humanos tenemos derecho a una vida digna, y como consecuencia a una muerte también digna, y esa dignidad se aplica a no sufrir más de lo que la persona resiste como doloroso hasta la muerte, la que debemos comprender como un proceso natural, el individuo nace, vive y muere, es un derecho durante todo este proceso que se desarrolle en una forma íntegra.

La muerte es parte de la vida, es el final de un proceso en el que somos felices, infelices, o como en aplicación de nuestro libre albedrío decidimos vivir, por lo que es mi opinión que se debe respetar tanto la forma de vida, como de muerte de una persona.

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