Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt
Tras mi artículo en el que señalé el veneno de la columna que fue publicada en el Wall Street Journal afirmando que la CICIG es un instrumento del Kremlin para afectar a los señores Bitkov, recibí un correo pidiéndome una reunión con los abogados de esa familia, y la semana pasada vinieron el abogado José Rolando Alvarado Lemus y el señor Luis Fernando Urbina, quien dijo ser experto en comunicación y manejo de crisis contratado por los rusos. De entrada les dije lo perversa que me parecía la versión que se suma a las campañas contra la Comisión y el MP a fin de minar los esfuerzos contra la corrupción.
Urbina, quien llevó la voz cantante relegando al abogado, dijo que él estaba a favor de la lucha contra la corrupción y que no tenían control sobre lo que había publicado la fanática columnista del Wall Street Journal y que ya había advertido a sus clientes de cuidarse de la relación con la gente del Zavala. Sin embargo, luego de la visita investigué sobre el tema y en las páginas de internet que la familia Bitkov administra desde la cárcel VIP del Zavala, veo que la manipulación la fabricaron ellos maliciosamente justo cuando empezó la campaña de polarización en Guatemala para desprestigiar a la CICIG y al Ministerio Público. De suerte que lo dicho por el señor Urbina como representante de los rusos que falsificaron documentos y usurparon identidades, resultó totalmente falso y eso tiene mucho que ver cuando alguien se acerca para dar una versión de los hechos.
Lo que me afirmaron como prueba fehaciente del interés de Putin en el caso fue el papel que jugó un abogado en la acusación de lavado de dinero que, en su momento, se formuló contra los rusos. Resulta que el abogado Henry Comte fue nombrado representante legal y apoderado de un banco de inversión ruso que se consideró estafado por los Bitkov y utilizó a un abogado de su bufete para presentar la acción penal en contra de los rusos. Obviamente Comte está, en todo caso, más vinculado con Jimmy Morales, enemigo declarado de la Comisión Internacional Contra la Impunidad que con Iván Velásquez, lo cual sería suficiente para evidenciar la patraña porque no puede ser que quien fue nombrado a la Corte de Constitucionalidad como poderoso suplente, que sigue siendo litigante y que como muchos suplentes saca raja a sus contactos con el máximo tribunal de control constitucional, a donde llegó precisamente por influencia de los azucareros que financiaron la campaña de Morales aunque de ese financiamiento no haya datos concretos porque nunca se llegó a investigar el caso por la maliciosa utilización del antejuicio.
En resumidas cuentas, luego de lo que dijeron en mi oficina los enviados de los rusos y la forma en que quisieron señalar los ataques a la CICIG como acciones mal intencionadas de los del Zavala y ver las páginas de internet donde ellos cuentan “su verdad”, redactada y explicada por ese comunicador y experto en manejo de crisis, me queda clara la patraña que vinieron a contarme y me ratifica que hay mala fe para usar el caso aprovechando la candidez de algunos gringos.