Mario Alberto Carrera
marioalbertocarrera@gmail.com

“La Poderosa Vulva” nos trae trastornados. Ha revuelto el cotarro nacional (con catarro intestinal de rabia para algunos “puritanos”) y de él se toma nuevamente pie para defender o atacar (según la mara donde usted cargue) al PDH y a Iván Velásquez, en la trifulca –en progreso– por ver si finalmente el grotesco payasito que nos desgobierna –y su tribu de dos simios y cientos de micos y esperpénticos milicos– logran exterminar a la CICIG, al colombiano inventor del término cooptar y hacerse con el MP, en el cual entronizarán al augusto aycinenista D. Acisclo Valladares y Aycinena, como su emelenista y “cachurequista” progenitor -don Luis- ex embajador vitalicio de Guatemala cerca de la Santa Sede. Dios los crea y el Diablo los juntó en el “emérito” partido Movimiento de Liberación Nacional: y así, Simius Aurum quita a Thelma –y pone a Acisclo, su pariente lejano– y vuelve a coronarse –como desde antes de la Independencia– el movimiento de los inmutables que mantiene a Guate-pobre y miserable en la indigencia medieval. Y, de paso, expulsan a Jordán Rodas por haber congelado la echada del non grato. Ese es el fondo de toda la alharaca y la algazara que parece de “aljameados”.

Cierto es que las señoras que manifestaron el 8 de marzo –Día de la Mujer y sexto aniversario de la muerte de mi querida Luz, feminista si las hay– podrían haber “craneado” una manera –con el fin de manifestarse– de mayor altura –más inteligente y original– para conmemorar tal señalada efemérides y asimismo el terrible holocausto de la niñas del “Hogar Insegurísimo”. Esas procesiones vaginales, vaginísticas y vagineras (con el estandarte de la Virgen vagina) se han producido –hasta el hartazgo– en varios sitios de Europa y España, en especial, con sus respectivos eslóganes como ¡quiten sus rosarios de nuestros ovarios! Yo les habría sugerido un desfile con estandartes de grandes mujeres feministas como Simone de Beauvoir, Virginia Woolf o Sylvia Plath. Y al final, un acto solemne en que hubieran leído poemas de Alaíde Foppa y de Luz Méndez de la Vega, pioneras en Guatemala y Latinoamérica en la lucha por los derechos de la mujer, que incluyen el derecho ¡cómo no y también!, a deliciosos orgasmos múltiples y al aborto. Y para añadir una nota festiva: la lectura completa de “El Sermón”, escrito al alimón por Pepa García Granados y Pepe Batres, monumentales exponente de la lírica decimonónica centroamericana. Y no puedo resistirme a copiar algunos versos de “El Sermón” (¡de inicios del siglo XIX guatemalteco!) dedicados a todos los que posan de puritanos (y que más bien son “putitanos” hijos de Putin) los que piden defenestrar a Rodas:

“Sermón, que el cardenal Medés/ predicó en Roma el día de la/ Ensartación de Nuestra Señora de Loreto.”

“Mi padre Eliseo me enseñó a jugar al tico/ y me dijo que a las mujeres se la metieras en el mico. (San Lucas, Cap. 11 y 18).”

“(…) Para evitar los males de que os hablo/ escuchad las palabras de S. Pablo: Mortales, fornicad, joded sin pena/ que la salud sin esto nunca es buena.”

Y esto es nada más una probadita. Lean todo “El Sermón” y que sea de un solo jalón.

Por último, para que no se hagan bolas los que van de puritanos contra Rodas, contemplen –seguramente por primera vez, está en Internet– el cuadro “El origen del mundo”, en el cual Courbet pinta ¡únicamente!, la vulva más divina del planeta: rosada y entreabierta y húmeda. Invitando a la fecundación profunda: el origen embriagante de todos nosotros. Divina vulva-vagina la de mi madre que me trajo al mundo, y la de las mujeres que me la han generosamente prestado alguna vez, gracias a Eros, el rojo Dios.

Artículo anteriorEstados financieros auditados ante la SAT ¿Cuándo aplica?
Artículo siguienteEtapa Final de Conamigua