Edith González

“La civilización no es la exposición de una raza, sino de una cultura”.
André Maurois.

Ha concluido la semana y entre las cosas lindas que nos ha dejado, es el descubrimiento  más importante de la cultura maya, cubierta por siglos, por la densa selva en el norte del país en el departamento del  Petén.

Qué lejos está aquel año de 1884 cuando se produce el descubrimiento de Tikal. Los lugareños, en especial indígenas, hablaban de una ciudad antigua y muy grande. El corregidor Modesto Méndez en compañía del gobernador del departamento petenero Ambrosio Tut, reportaron por primera vez el hallazgo de las ruinas.

Para ello caminaron a lomo de mula, a pie, usando machetes para abrir la densa selva y al final llegar a la imponencia de aquella silenciosa ciudad que mostraba, en ese momento, la grandeza de los mayas.

Esta grandeza se amplía con el trabajo de la tecnología de punto, pues con rayos LIDAR se pudo llegar al subsuelo, sin tocar un solo árbol y descubrir que aquella fortaleza descubierta por Modesto Méndez y Ambrosio Tut, era apenas un ápice de la increíble capacidad de trabajo de los mayas.

Recién ahora se ha revelado el hallazgo de 60 mil estructuras mayas ocultas en aquella norteña región de Guatemala. Sólo se ha investigado un diez por ciento de las selvas peteneras. Centros urbanos con calzadas, casas, terrazas, centros ceremoniales, canales de riego y fortificaciones, entre otros hallazgos han sido descubiertos por medio de un escáner de alta tecnología.

En los últimos 24 meses, estos rayos, producto del avance tecnológico por medio de sensores desde un avión pudo escanear más de dos mil kilómetros cuadrados y con ello descubrir la grandeza de los mayas.

Entre los hallazgos se cuentan nuevos centros urbanos con calzadas, casas, terrazas, centros ceremoniales, canales de riego y fortificaciones, entre otros, detallaron los responsables del proyecto.

Tomás Barrientos y Marcelo Canuto, arqueólogos que trabajan en el proyecto han informado de los detalles de la relevancia de los descubrimientos. Ambos forman parte del equipo de 30 investigadores que participó en el proyecto, auspiciado por la Fundación Patrimonio Cultural y Natural Maya, Pacunam.

Entre aquel momento en que Modesto Méndez y Ambrosio Tut tuvieron contacto con el maravilloso Tikal, a los más recientes descubrimientos, han pasado siglos, pero ahora se confirma que los mayas eran un grupo humano con enorme capacidad y ahí está el resultado de esa capacidad.

Los expertos hablan que en la zona, al norte del Petén, pudieron vivir diez millones de personas que contaban con vivienda, agua, seguridad, orden político, religión y estudios. Se confirma que los mayas fueron un pueblo organizado, con capacidad de vida diaria, alimentos, agua y comunicaciones. En el menor tiempo posible, los expertos nos traerán respuestas a muchas preguntas.

Ratificamos nuestro respeto por aquella gloriosa cultura que al paso de los siglos y gracias a las modernas investigaciones nos muestra cómo formaron esa nación, asentada en lo que ahora conocemos como Guatemala.

 

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