Alfredo Saavedra

Desde Canadá.– La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos en Pyeongchang Corea del Sur, el viernes 9, del corriente mes, además de constituir uno de los festivales más sobresalientes en esa clase de eventos con una fabulosa y extraordinaria presentación, presidida por un vistoso desfile de las delegaciones asistentes, parada que culminó con el emocionante acto de presencia de la representación coreana que en una ejemplar demostración de principios de paz unió a la República de Corea del Sur con la República Democrática del Pueblo de Corea del Norte, en participación con una sola bandera y uniformes idénticos.

Aspecto importante dentro de esa aunque temporal consolidación de voluntades, que como lo dice el cronista canadiense, enviado especial, Bruce Arthur, ha sido una fiesta de esperanza para la unión definitiva de dos naciones que conforman históricamente un solo país. El fenómeno se produce por primera vez desde mitad del siglo pasado y que ahora tuvo una oficial representatividad con la presencia de millares de atletas, de diversos países, que en conjunto dieron brillo a los juegos de Pyeongchang.

Emotivo resultó el momento cuando la antorcha olímpica fue llevada por una elevada y elegante rampa por las jugadoras de hockey, Jon Syu Hyon de Corea del Norte y Park Jon-ah, de Sur Corea, ambas de 21 años, designadas para el encendido del copón que mantendrá esa llama durante la realización del evento y que marcó otro bello símbolo de la esperanzada reunificación de los dos territorios.

Fue marcada la presencia de la hermana del presidente de Corea del Norte, Kim Yo Jong, una mujer de 30 años, juzgada por la prensa presente en las olimpiadas, como una dama muy atractiva, sonriente todo el tiempo y quien compartió con el presidente surcoreano Moon Jae-in, en el palco especial para la inauguración. Gradas abajo estaba el vicepresidente estadounidense Mike Pence, quien parecía indiferente al espectáculo.

Al siguiente día, es decir el sábado 10, el gobernante Moon Jae-in ofreció un banquete para los delegados norcoreanos, donde participó además de la señorita Kim Yo Jong, el jefe de estado nominal Kim Yong Nam. El agasajo se realizó en el palacio presidencial de Seúl, que el corresponsal de Prensa Asociada calificó del evento más significativo realizado hasta el momento por las dos naciones rivales.

Debe mencionarse también el relevante hecho de que el oficial equipo coreano femenino de hockey, popular deporte no solo en Canadá y Estados Unidos sino en países de Europa y Asia, fue formado, para enfrentar a otros contendientes, por jugadoras de las dos Coreas, haciendo un solo conjunto, que fue otra demostración de la unificación para esta justa deportiva de las dos naciones, formando un solo equipo.

Durante todos estos días que incluyen otros más, los Juegos Olímpicos en Pyeongchang se han desarrollado dentro de un proceso donde el evento lleva en la delantera con la obtención de medallas, con la codiciada de oro, a los Estados Unidos, Canadá, China, Francia, Italia y la representación de Rusia, con la asistencia de miles de aficionados, público en general y en particular un masivo turismo, que desafiando las condiciones de un intenso frío, participan en esa fiesta mundial.

De relevancia, por su simbolismo, resulta destacar la actuación, durante la ceremonia inaugural, de un coro compuesto por artistas de las dos Coreas que para emoción del público cantaron la clásica canción Imagen, del desaparecido integrante del famoso grupo Los Beatles, John Lennon, y que en unas de sus estrofas dice:

Imagina a toda el mundo, viviendo la vida en paz… Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único. Espero que algún día te unas a nosotros, y el mundo será uno solo.

 

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