Dentro del plan elaborado por el Pacto de Corruptos se contempla que hoy se ponga el primer peldaño de la escalera que ha de permitir que todos los que están o sean sindicados por delitos de corrupción puedan escapar del castigo que en justicia les corresponde, y para ello hacen denodados esfuerzos por concretar la Junta Directiva que tendrá a su cargo manejar una agenda legislativa orientada a despenalizar los delitos que han hecho posible el saqueo del Estado mediante, como dijo el diputado Conde, la revisión de la forma en que está tipificado el delito de financiamiento electoral.

Corre abundante dinero mientras llega el momento de declarar abierta la sesión extraordinaria convocada para elegir la Junta Directiva del Congreso porque está en juego mucho. Y como poderoso caballero ha sido siempre don dinero, la tarea puede ser compleja pero no parece difícil aunque haya tanta preocupación entre la ciudadanía por el efecto de ese pacto y que la comunidad internacional exprese igual sentimiento ante lo que pueda producirse.

Y decimos que es el primer peldaño porque el objetivo central seguirá siendo la elección de Fiscal General, donde se piensa poner a alguien que ponga fin a la cooperación entre el Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, para así dar el jaque mate al esfuerzo por depurar nuestro país mediante la simple y llana aplicación de la ley para castigo de quienes han sido los saqueadores del erario público. La directiva del Congreso es importante para demostrar que el Pacto de Corruptos mantiene su fuerza, pero los ojos están verdaderamente puestos en el proceso para designar Fiscal General.

Los ciudadanos tenemos que poner atención en todos y cada uno de los miembros de la postuladora, conocer su hoja de vida, sus relaciones y compromisos para entender a qué juegan, y hacer alianza con aquellos que representan el verdadero interés por la justicia y poner en la picota a quienes son parte de las viejas componendas que han caracterizado a las postuladoras en el pasado.

Guatemala se juega su futuro en los primeros cinco meses de este año y los ciudadanos no podemos mantener esa notable indiferencia como si no entendiéramos el efecto devastador de la corrupción. Somos un país sin destino ni futuro en las actuales condiciones porque nadie piensa en desarrollo, en inversión seria que no sea orientada al trinquete ni en utilizar los recursos del Estado para hacer sostenible un esfuerzo por extender la gama de oportunidades a todos y no sólo al puñito que desde siempre las hemos disfrutado.

Artículo anteriorRealmente confundido
Artículo siguienteStephen King recibirá premio PEN América