Jesús Alvizures
Chus,Alvizures@gmail.com

Cuando resuenen en el viejo campanario del templo histórico de la ciudad las doce campanadas que anuncian la llegada de los frescos vientos del año 2018, pidamos a Dios paz y prosperidad para nuestro pueblo como cada quien lo conciba.

Este año se espera que sea de amor y prosperidad para los guatemaltecos, especialmente para aquellos hermanos que han sufrido el azote de la pobreza y la violencia, esta que se ha incrustado en nuestra nación y no hay modo de erradicarla.

Los ministerios encargados de la seguridad, tanto civil como militar no logran dar seguridad a la ciudadanía; muchas veces porque dentro de ellos mismos se ha infiltrado el cáncer que causa dolor y muerte en el país.

Hay en nuestra amada Guatemala mucha descomposición social; y los Gobiernos que se han sucedido solo la han visto pasar; no han buscado soluciones que estén dentro de la Ley para castigar con rigor estas embestidas.

Los políticos es triste reconocerlo, pero ellos van tras las riquezas y no tras darle bienestar y seguridad al pueblo; son lobos que no sueltan la presa de acomodo económico, gestado este en las instituciones y poderes gobiernistas.

¿Cómo es posible que no se encuentre cura para tanto mal que ataca a la nación? ¿o es que todos bailan el mismo son?

Si así es la esperanza de un mañana lleno de amor hay que pelear y poner en su lugar a estos esbirros del mal. Entes de seguridad y pueblo unidos venceremos.

Y hay que tener cuidado en otorgar poderes; en un artículo pasado se habló de que a la fuerza de seguridad civil se le diera el poder de defenderse contra la delincuencia que hasta a ellos ha lesionado; pero estos han de ser instruidos para no cometer abusos de autoridad, y andar atropellando a la ciudadanía honrada. Si hay delito que haya consignación, pues ellos no son jueces para resolver y mucho menos querer agredir a quien se supone cometió una falta; infringió la Ley por x motivo.

Obremos con justicia y este año 2018 alcanzaremos la paz que anhela todo guatemalteco amante del deber y la aplicación de la Ley.

Un atento saludo para los Directores y personal de La Hora.

Feliz Año 2018 pueblo querido.

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