Estuardo Gamalero

“La vida es una lección de humildad”
James Matthew Barrie

Para hablar de enseñanzas, vale la pena hacer a un lado el orgullo, las excusas y acusaciones. Sentarse y meditar sobre los acontecimientos, tanto mundiales como nacionales es vital. Ponderar cómo nos encontramos en lo individual y como sociedad, nos ayuda a dar pasos en la dirección correcta.

Entre las tonalidades del protagonismo y el antagonismo que rigen nuestro país, las diferencias de opiniones pueden confundir, el alcanzar un objetivo, con el valor del aprendizaje de todo aquello que nos toca enfrentar.

Por ejemplo, para los narciso-activistas cuya agenda hace un año era boicotear la estabilidad jurídica del país, mediante la satanización de la empresarialidad y la generación de más pobreza en varias áreas del país, probablemente ellos piensen que alcanzaron un objetivo y se sientan satisfechos de lo que sus actuaciones provocaron al ver los efectos económicos nacionales. En el área rural, hay más desempleo y las causas de migración al norte, ciertamente no disminuyeron.

Si dividir al pueblo era el objetivo de algunos, definitivamente “esos” lograron mucho.

La ignorancia y el egoísmo, siempre han sido catalizadores de los problemas sociales. La primera, porque un pueblo que carece de educación, fácilmente confunde la realidad con el sensacionalismo y no distingue a un líder bueno, de alguien que solamente busca protagonismo.  El egoísmo, por otra parte, impide al ser humano ver más allá de los intereses propios y lo ancla a una zona de comodidad que muchas veces se maneja entre el descaro, la ilegalidad o lo que para algunos es inmoral.

Resumiré algunas cuestiones que considero constituyen lecciones o por lo menos reflexiones, que deberían hacernos abrir los ojos, en lo político, lo social, lo económico y lo personal.

* Tan importante es, la opinión que tenemos nosotros de los políticos, como la que ellos tienen de nosotros y del país.
* Diferir de criterio no nos convierte en enemigos y mucho menos en corruptos (a algunos) ni socialistas (a otros).
* El problema de la opinión negativa que tenemos de los servidores públicos nos arrasa como tornado, el cual se lleva no solo a las personas, sino la credibilidad de las instituciones.
* La pobreza es una consecuencia, no una causa. El trabajo es sagrado y es la mejor manera para salir adelante y proveer. Pero, tanto acá como en cualquier parte del mundo, no hay trabajos sin inversiones que los generen.
* Aumentar los salarios por decreto es una aberración. Pero hacerlo en condiciones económicas negativas, es un acto de populismo, cuyos efectos son incrementar la informalidad y por consiguiente desestimular la inversión y el trabajo decente.
* La justicia se debe impartir en los juzgados y no en los medios de comunicación. Y éstos no deben actuar como jueces, sino como guardianes de la verdad, ya sea indagando, anunciando o denunciando, objetivamente.
* De la misma manera que da asco ver delincuentes libres por las calles, quizás es peor saber que hay inocentes en las cárceles, sin siquiera tener derecho a un juicio ecuánime.
* Los funcionarios públicos deben cumplir y apegarse a sus obligaciones y no andar polarizando los problemas. Un funcionario no puede esperar que un civil respete la ley, cuando éste no le dio el ejemplo.
* Funcionarios del gobierno antepasado, deliberadamente alteraron los precios reales de los productos de la Canasta Básica, con la finalidad de degradar a Guatemala, generando internacionalmente una imagen ficticia de pobreza y así manipular las políticas sociales.
* Las contradicciones en los fallos judiciales y constitucionales que han girado alrededor de la aplicación del Convenio 169 de OIT han sido el detonante de un activismo ideológico alarmante y resentido, que lejos de haber resuelto un problema, han generado cien más.
* Ciertamente la mejor manera de evaluar una política, es sobre la base de los resultados. En ese sentido, podemos estar seguros que el manejo de la “estabilidad, gobernabilidad y el fortalecimiento a la democracia” en los países del Triángulo Norte, dejan mucho que desear.
* Uno de los fundamentos de la Democracia es la alternabilidad. En ese sentido, los sectores político, económico, sindical, entre otros, deben ser más incluyentes en su dirección y toma de decisiones.
* Los civiles, debemos respetar la ley y entender que el respeto al derecho ajeno no solo propicia la paz, sino también es el camino de la armonía social.
* La satanización del financiamiento electoral se puso de moda, por buenas y malas razones. Lo raro, es que no se hable, ni combata el dinero y el financiamiento que proviene del narco y el crimen organizado.
* Somos una sociedad muy particular, ciertamente desigual y con muchas realidades sociales. En ese sentido, es más importante corregir nuestras deficiencias, que andar buscando culpables tal cuales trofeos.
* Salvo que aspiremos a un régimen dictatorial, es fundamental que los tres organismos del Estado sean independientes y realmente actúen como contrapesos entre sí. De lo contrario, la pregunta que debemos hacernos es: ¿A quién queremos entregarle la cooptación de nuestra República?
* Un pueblo dividido y sin visión, nunca logrará salir del subdesarrollo y únicamente sirve como “conejillo de indias” para hacer experimentos sociales y políticos. La división y el resentimiento, únicamente hacen más grande la conflictividad nacional.
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Les deseo un feliz y próspero año 2018, en el cual todos seamos más objetivos, humanos y consecuentes, entre lo que pensemos, digamos y hagamos.

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