Cuando nuestra redactora a cargo de la cobertura del Congreso nos informó que estaba en agenda la reforma a la Ley de la Carrera Judicial, importante para avanzar en el cambio final al sector justicia para librarlo de la cooptación que se hace vía las Comisiones de Postulación, en la Redacción se encendieron las alarmas porque llamó la atención el súbito interés mostrado por una iniciativa que llevaba meses engavetada y que, de pronto, cobró vida así por así, lo que nos hizo pensar que se trataba de una nueva maniobra dentro del pacto de corrupción que ha promovido el gobierno de Jimmy Morales con los diputados bien aceitaditos con los beneficios de un presupuesto de manga ancha.

Y es que hay un entuerto legal en la Corte Suprema de Justicia que le impide a la mafia concretar la elección ad hoc de Presidente para asegurar el control de la comisión postuladora para Fiscal General. La Corte de Constitucionalidad no ha evacuado una consulta que se les hizo respecto a la vacante dejada por la orden de prisión contra Blanca Stalling, “capo di tutti capi” en la Corte, lo que deja a su grupo con ocho votos, uno menos de los que requieren para controlarlo todo, por lo que una poco relevante modificación a la Ley de la Carrera Judicial puede abrir las puertas para que el Congreso elija a alguien que llene la vacante y así desentrampar la elección de Presidente.

Esto nos muestra que los ciudadanos tienen que estar literalmente ojo al Cristo con cada paso de los diputados, porque no están dando palos de ciego, sino que están afinando aún la defensa del sistema luego de que les fallaran las leyes que llegaron bien cocinadas desde Finanzas para manosear el delito de financiamiento electoral ilícito y el de la conmuta de penas que hubiera vaciado las cárceles del país, permitiendo que, arropados por los pandilleros, hubieran salido también los del Zavala y toda la pléyade de implicados en los más sonados casos de corrupción.

Hasta ahora la prioridad de los diputados ha sido guardarle la magistratura a Stalling, pero sabiendo que ello puede comprometer la elección de un Fiscal General de los que Guatemala siempre tuvo hasta que llegó Thelma Aldana; se ha negociado con la mera jefa para privilegiar la elección como Presidente de uno del grupo que ella dirige aún desde la cárcel, puesto que se entiende la vital importancia que para todos los procesados por corrupción tiene que el próximo Fiscal General vuelva a enterrar, como había sido siempre, los delitos de corrupción.

Artículo anterior“¿Qué le está pasando a su país?”
Artículo siguienteSubastan recuerdos de Audrey Hepburn por US $6,2 millones