Lic. Douglas Abadía Cárdenas
douglas.abadia@gmail.com

Guatemala posee 30 años de experiencia democrática, a lo largo de este tiempo ha quedado demostrado que los partidos políticos (si es que existen en este país, pues sabemos que son vehículos electoreros nada más) han sido conducidos por caudillos y mafiosos; lamentablemente no han logrado ser el canal de comunicación idóneo de representación ciudadana (todo queda entre amigos y redes clientelares que buscan satisfacer intereses de clase y/o personales y no el bienestar común).

Un elemento fundamental dentro de la democracia interna en los partidos políticos lo constituye la capacitación continua a sus afiliados y líderes en donde tenga organización territorial el partido.

La capacitación debe ir en función de una variedad de temas como la historia política de Guatemala, realidad científica nacional, estatutos del partido, sistema político nacional, organización del Estado, democracia, campaña electoral, redes sociales entre otros temas que permitirán la eficiencia del partido.

Es obvio que dentro de la variedad de temas prevalecen la campaña electoral, redes sociales y defensa del voto en comparación con temas como la realidad nacional científica (no el cuento de hadas que nos han impuesto) por ejemplo; esto derivado de que únicamente les interesa alcanzar el poder y no fomentar la formación de cuadros que garantice la permanencia del partido en el tiempo.

Una de las innumerables debilidades que poseemos como sociedad radica en la ausencia de formación de cuadros en los partidos políticos que logren de cierta manera la creación y permanencia en el tiempo de un partido político serio, formal y con propuestas viables para solucionar los problemas del país a través de políticas públicas que encaminen los esfuerzos hacia el logro del bien común.

Los partidos políticos deben de contar con un Centro de Investigación Científica (Think Tank), conducido por un equipo multidisciplinario de profesionales que produzcan herramientas científicas como políticas públicas por ejemplo, entre otras.

Los partidos políticos guatemaltecos deben de apostar por iniciar a impulsar la proyección científica integral prospectiva de nuestra realidad como país en aras de enfrentar nuestros grandes problemas, dado que la sociedad es dinámica y por lo tanto los fenómenos sociales, económicos y políticos están en constante movimiento.

La Ley Electoral y de Partidos Políticos debe ser reformada en varios artículos como el financiamiento, democratización interna, postulación de candidatos, etc.

Finalmente, necesitamos repensarnos como país y reflexionar hacia dónde vamos y hacia donde queremos llevarlo, hace falta mucho camino por recorrer en el fortalecimiento de nuestra democracia, debemos empezar a tomar decisiones de tipo científico, rompiendo con la forma tradicional que ha sido caracterizada por la corrupción, opacidad, nepotismo, desconocimiento, improvisación, oportunismo, etc., caso contrario tendremos más de lo mismo en la cúpula política nacional.

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