Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Continuando con la sorpresa, el general Efraín Ríos Montt indicó que aceptaba la propuesta, felicitándome por haber sido señalado para tomar dicho cargo.

No se me olvida que conociendo mi formación y temperamento, le indiqué, de forma respetuosa y categórica: “General, discúlpeme pero yo no vine a solicitar trabajo por cuanto tengo diferentes responsabilidades en el grupo empresarial familiar y en los cargos que desempeño en el sector privado”.

El General me respondió: ¿Acaso usted no desea servir a Guatemala? Emplazamiento que me obligó a decir: General, yo amo a mi país e igual que usted he servido a mi patria estando de alta; perfecto dijo el general Ríos, le tocó de nuevo servir a la patria.

Por lo que concluí indicándole “bien mi General, con su confianza acepto el cargo, el día que usted no me permita comunicarme para conversar sobre las gestiones en el IGSS o yo no merezca su confianza manifiéstemelo, que mi renuncia estará siempre disponible”.

Como dice una expresión de la sabiduría popular “el hombre propone, pero es Dios quien dispone”

Ingresé a esa reunión con un bagaje de experiencias y conocimientos profesionales, empresariales y de dirigente y salí como cabeza administrativa de la entidad descentralizada que más guatemaltecos emplea.

Más de seis mil personas eran la responsabilidad del gerente, dos mil quinientos eran profesionales universitarios, médicos, odontólogos, auditores, abogados e ingenieros, el resto personal técnico calificado como lo son enfermeras, laboratoristas, técnicos en Rayos X, mecánicos, etc.

Si la vida me había puesto a trabajar doce horas promedio diarias, ese cargo me llevó a trabajar varios días hasta quince horas. Como lo evidencian las memorias del Seguro Social, se logró reducir los déficits, aumentar los superávit, acortar el número de días en la Consulta Externa entre cita y cita para los afiliados, reducir los días estadía paciente en los hospitales y aumentar la recaudación patronal, en la que siempre ha habido mora en los pagos de las entidades descentralizadas y de patronos, especialmente en el área agrícola.

Un gerente en el Seguro Social es igual a un general de División que tiene un buen Estado Mayor,  pero no puede tener amigos.

Los proveedores de medicamentos, material quirúrgico y productos administrativos, buscan el máximo lucro; por el contrario, la administración del Seguro Social debe buscar la mayor calidad de medicamentos e insumos al menor precio.

Este objetivo permanente se logró en buena parte, por cuanto el IGSS, bajo mi gestión, compró mucho más medicamentos de importación directa a través de la OPS, así como a través de casas matrices de medicamentos con lo cual se evitó el pago que obtienen las droguerías locales.

Mi gerencia también implicó visitar hospitales a las seis de la mañana o las doce de la noche, verificando que la totalidad de los médicos, paramédicos y demás estuvieran presentes.

En esa época se instalaron por primera vez salas de operación para trasplantes renales y se entrenaron médicos para el efecto, de igual forma se eficientaron las consultas generales y de especialidad.

Concluye esta etapa de gestión de mi vida cuando el general Ríos Montt fue removido como Presidente de la República y reemplazado por el general Óscar Mejía Víctores como Jefe de Gobierno.

Esa etapa marcó el inicio del germen de mi vida política partidaria como lo señalare.

¡Guatemala es primero!
Continuará.

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