Carlos Soto Pineda

La «mentalidad» reaccionaria de mercachifle del «ignorante enciclopédico» hace que se horrorice cuando le mencionan la palabra PLANIFICACIÓN, -la cual sin entender como muchas otras- le da pavor y se encoleriza con tan solo oírla, por asociarla a la posibilidad de perder el control absoluto -total- que ejerce sobre los turbios negocios ediles y por «olerle» a AUDITORÍA, a eso se debe que maneje la ciudad -«Tu ciudad»- como si fuera su «baño de servicio».

Se regocija comportándose como intendente fascista, inaugurando centros comerciales elitistas -de gula y consumismo-, realizando bodas colectivas, regañando vecinos, sermoneándolos, dándoles mensajes «moralizantes», o incitándolos a la violencia callejera.

Que abismal diferencia y distancia moral entre la trayectoria de trabajo y la obra del Licenciado Manuel Colom Argueta y de su sucesor Licenciado Leonel Ponciano León y las personas que los acompañaron en esas sí ADMINISTRACIONES Municipales de la ya lejana década del setenta y éste injerto de jorge ubico, ydígoras y trump- (si con minúsculas), especie de íncubo que ya abusó del país entero y ahora sigue abusando de la ciudad, ojalá sólo de las personas que votaron por él, pero con su prepotencia, psicopatía, voraz rapiña de los espacios, bienes y recursos citadinos, nos pasa llevando a TODOS.

Las Administraciones de 1,970 a 1,978 realizaron el proyecto del Sistema de introducción y potabilización del agua, llamado «Xayá-Pixcayá», la construcción, habilitación y posterior mantenimiento de los colectores de agua y drenajes que aún siguen funcionando y sirviendo a pesar del abandono y falta de mantenimiento actual -recordemos los «agujeros» de la zona 6, zona 2 y el de la zona 7 (calzada Roosevelt y 30 avenida)-; obras que como están bajo tierra (subterráneas) no son «obra cosmética» visible para los incultos ciudadanos capitalinos votantes.

En lo que atañe al transporte se enfrentaron con hidalguía, carácter y sin violencia a la crisis derivada por el «paro» empresarial extorsivo y al boicot del criminal gobierno central de la época, y en cuanto a movilización vehicular, construyó el anillo periférico que sigue siendo la ÚNICA vía periférica -que implementó en un diseño de semicírculo con un radio de 4 kilómetros- y planificó el anillo metropolitano.

En el aspecto social- siguen los contrastes- proveyó de guarderías y comedores infantiles a la población de la Ciudad, además de servicios de salud como los dispensarios municipales y las llamadas «farmacias populares» y una política de acercamiento y colaboración con todas las municipalidades del país.

¿Qué nos deja Arzú?… ¡qué! ¿no se lo llevó todo?…Latrocinio, privatización, fideicomisos hasta la fecha inexpugnables, abuso, violencia, insolencia, despojos, una ciudad hedionda, pestilente, una zona 1 (Centro Histórico) lleno de heces fecales, intransitable y su frase recurrente «a la prensa se le paga o se le pega»; para no ser «malagradecidos», también nos deja jardincitos, pasos a desnivel- a los que «bautizó» con nombres acordes a su accionar- y en Noche Buena les regala «un su tamal»…porque él ya armó el suyo.

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