Juan Antonio Mazariegos G.

Venezuela se aproxima a un camino sin salida este domingo 30 de julio, cuando Nicolás Maduro dé inicio a la ejecución de la estrategia que diseñó para consolidar su poder, a través de unas elecciones a la medida de su gusto, las cuales tienen como objetivo elegir una Asamblea Nacional Constituyente a la medida de sus necesidades.

Es sumamente difícil entender cómo un país inmensamente rico en recursos naturales, que en algún tiempo fue conocido como la Arabia de América, por sus grandes reservas de petróleo y de gas natural, las mayores del mundo según diversas fuentes, haya pasado a transformarse en una economía en bancarrota que no puede cubrir ni tan solo las necesidades básicas de abastecimiento de su población y que llega hoy a casi 4 meses de confrontaciones en sus calles, las cuales han cobrado la vida de más de 100 venezolanos, en manos de la represión que las fuerzas de Gobierno y los grupos de choque pro Maduro se han dado a la tarea de convertir en el día a día de todos los venezolanos.

Venezuela no inició este periplo hacia el infierno por Maduro a su antecesor Chávez, estos simplemente lo aceleraron, pero mucho antes que ellos, sucesivos gobiernos se dieron a la tarea de saquear al país mediante actos de corrupción que consolidaron grandes fortunas, destinadas a unos pocos políticos y empresarios corruptos que amasaron riqueza sin que los beneficios de la bonanza del país llegaran a los ciudadanos transformadas en desarrollo para todos.

La historia nos cuenta que en un momento dado apareció un caudillo populista, Chávez, quien supo entender el descontento y la carencia de miles de Venezolanos y aprovechó en sucesivas elecciones la desconfianza y la ignorancia de un pueblo que no pudo ver que el remedio que le traían resultaría mucho peor que la enfermedad, llevándolo al punto de quiebre en el que hoy se encuentra.

Lamentablemente no conozco la receta mágica para evitar el colapso que puede vivir Venezuela, si Maduro consolida su poder este domingo, sin embargo, sí creo que hay situaciones de las vividas en ese país que podemos analizar y corregir en lo individual y que quizás con la suma de esos esfuerzos podamos evitar un final similar y estas son algunas de ellas:

Aliente, participe y crea en la democracia como un sistema adecuado para obtener el desarrollo de un país. Infórmese antes de elegir. Apoye la alternancia en el poder, no importando que tan bueno crea que pueda ser un Gobierno, o un funcionario, si perdura no mejorará, el poder sin límite únicamente lo corromperá. Defienda la división de Poderes, que existan contrapesos en el Estado es la mejor garantía para evitar abusos en el Gobierno. Cumpla la ley y exija a los demás cumplirla y si no lo hacen denúncielos. Rinda cuentas de sus actos y exija la rendición de cuentas a los demás. Pero sobre cualquier cosa, exija y fomente la educación para todos, un pueblo estudiado jamás podrá ser manipulado. ¡Ánimo Venezuela!

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