Marco Tulio Trejo Paiz

Una figura retórica puede expresar con elocuencia en cuanto al actual Congreso de la República: ¡Pobre República con la mayoría absoluta de entre esos ciento cincuenta y ocho diputados que en mala hora dejó un gobierno de fuerza!!!

El tristemente famoso Organismo Legislativo, que dio a luz el Partido Patriota durante su reinado, insulta a la de por sí deteriorada “democracia” que estiran y encogen a sabor y antojo, como hule, los indeseables ocupantes de los taburetes congresiles desbordantes…

Virtualmente, nada bueno para esta pobre patria nuestra han hecho los mal llamados representantes del pueblo que se han recetado, a más no poder, inmerecidos miles de quetzales de sueldo aprovechando hasta el hartazgo el presupuesto de la nación.

¡Ah!…, el salario que perciben los “onorables diputíteres” (así, entre comillas), aprovechan la coyuntura para bañarse en chorros de más pisto en comisiones y en otras “entraditas” del vil metal que posibilita incrementar el ahorro bancario…

Mientras tanto, los guatemaltecos que andan en la llanura nada hacen para enderezar los entuertos en el caserón de la 9ª. avenida de la principal zona capitalina.

Si se tuvieran bien puestos los atributos que se necesitan para caminar hacia adelante y no como el cangrejo, la fiesta brava que protagonizan los “dipus”, otra cosa sería a propósito de lo edificante para esta semianarquizada parcela del istmo centroamericano.

El serranazo que echó abajo la constitucionalidad hace 24 años cayó bien a la población del país, menos, por supuesto, a los que andaban -o siguen andando- a horcajadas en el potro de la burocracia que se infla como vejiga cada vez que se encaraman hasta la cima del volcán los politicastros que nos tienen al borde del abismo…

La ciudadanía está muy descontenta por los robos multimillonarios de los que se trepan al guayabal, y quisieran desgajar ese frondoso árbol tan disputado por los avorazados del partidismo colocados como de espaldas a la masa popular que sólo da alaridos, sin volcarse corajudamente en la calle para remover la basura ¡como urge Juan Pueblo!!!

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