El comunicado de Fitch Ratings del 31 de marzo con referencia a Guatemala no puede ser más claro. “La tasa de crecimiento de Guatemala aumentará durante 2017 a medida que los efectos de la crisis política de 2015 se desvanecen gradualmente. Sin embargo, no anticipamos la aprobación en el corto plazo de las reformas estructurales necesarias para elevar el crecimiento potencial y abordar las restricciones fundamentales de crédito”, dice.

Es evidente que un país que decide ir por la ruta de la eliminación de las actividades ilícitas en las que se basa la corrupción, tendrá más recursos para poder inyectar en la inversión necesaria para el mejoramiento de la infraestructura y el fortalecimiento en la prestación de servicios básicos como la seguridad, salud y educación.

Lamentablemente, el no haber asumido los cambios en el país de la manera estructural y profunda, hicieron que el efecto de tales situaciones generaran una situación de temor de parte de aquellos actores generadores que, a la fecha, sienten que por su actuar podrían ser perseguidos por la ley en el futuro y eso se paga con una desaceleración en el crecimiento debido a la misma estática del miedo.

Por otro lado, hay quienes se aferran a las prácticas ilícitas con las que sus márgenes se vuelven eficientes. Muchos individuos y empresas en Guatemala han sido capaces de generar riquezas basados en la ventaja que les genera contar con los favores producto de la mordida, la cooptación o la ventaja en la tributación o con la defraudación.

Tenemos que recordar que el país obtuvo un balance no calculado el año pasado en la recaudación como resultado de las acciones que la SAT y MP lanzaron en contra de quienes tenían cuentas pendientes.

Pero ese no será el caso de todos los años, y por ello consideramos que es importante el comunicado hecho público el viernes pasado en que se hace referencia a la necesidad de las reformas estructurales al sistema.

Estamos a medio camino y, evidentemente, no veremos una variación como la que se necesita en los indicadores más importantes de pobreza, pobreza extrema y desarrollo humano. Guatemala tiene años de estar generando un crecimiento económico que no se refleja en beneficio para su población.

Somos de los países que pueden ser usados de ejemplo de que la política del beneficio en cascada no funciona. A pesar de tener un permanente crecimiento económico, fuerte o pírrico, lo permanente es la situación de pobreza y pobreza extrema de la mayoría de la población. Es responsable el sistema, ese mismo que Fitch pide que se cambie a profundidad.

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