Luis Fernandez Molina

Es provechoso comenzar con el pie derecho. Con actitud positiva, rumbo a sotavento. Por eso me voy a referir a algunas noticias buenas con que empieza el año.

Paso por Chimaltenango. Todavía se sufre el calvario de atravesar la cabecera municipal. Una o dos horas de avance a vuelta de rueda, para los carros mecánicos va el clutch y primera, luego freno, en una sucesión interminable. Un castigo penitencial, tipo purgatorio, que acaso propicio para pasar al paraíso que nos espera en la ubérrima campiña del Altiplano guatemalteco, que incluye Pana, Xela, Chichi, los Cuchumatanes, y ahora agrego el primoroso valle de Acul -adelante de Nebaj-, al que me referiré en otra entrega. Ha sido un tapón que nos frena a todos, a los comerciantes, a los familiares, a los turistas; ya no era solo una molestia, un enojo, era algo indignante que nos tuvieran encerrados en los vehículos sin una razón valedera. Sin embargo, ya se ve la luz al final del túnel. A la entrada de El Tejar, a mano izquierda se aprecia una vía lateral que es el nuevo paso periférico -bypass- que todo apunta habrá de inaugurarse en próximos meses. ¡Albricias! Quienes no quieran pagar el peaje también saldrán beneficiados con una ruta más descongestionada.

Frontera con Honduras. Se anuncia para este primer semestre la apertura de fronteras con Honduras. Un paso real, articulado, de unión entre dos países hermanos. Qué fácil será ir a las playas de La Ceiba o Tela transitando como si estuviéramos en un mismo país (de hecho es algo así) y que los hondureños vengan igualmente a Guatemala. En el fondo la unión política es un producto de la apertura comercial como sucedió en los Estados Unidos (ver sentencias del Juez Marshall) o los acuerdos del Acero y Carbón en los inicios de la Unión Europea. Queda pendiente el paso por El Salvador cuyo proceso ha sufrido altibajos; hace unos años hicimos viaje a las playas sin detenernos en las fronteras, pero después tuvimos que esperar dos horas por los trámites del transporte pesado. Más hacen esos acuerdos que el elefante blanco del Parlacen.

Brazaletes. Ya se emitió la ley que facilitará el uso de brazaletes electrónicos. No son, como piensan muchos, un alivio para los delincuentes que guardan prisión por delitos graves. La prisión como pena se debe cumplir con rigor en los centros carcelarios. Los brazaletes vienen a ser una extensión de la prisión preventiva que se puede derivar de un accidente de tránsito, de un altercado imprevisto, de alguna acusación infundada, etc. Es pues un beneficio en tanto se prosigue la investigación y el proceso. Una medida sustitutiva que se aplica cuando no haya peligro de fuga (por delitos mayores) o posibilidad de obstrucción de las investigaciones. El terror de las cárceles va a quedar limitado para casos muy graves y el negocio de cobrar por beneficios se va a reducir drásticamente; el costo de mantenimiento y seguridad de los reos también va a disminuir drásticamente. Las autoridades van a saber dónde se encuentra el procesado y cuidado que inutilice o destruya el brazalete, le irá peor. ¡Qué bueno!

Antigua Campeón. Repitió el campeón. Está quedando atrás el monopolio de los dos equipos capitalinos que tornaba aburrido los campeonatos. Los equipos de provincia u otros equipos del área central deberían emerger. En todo caso que se oxigene nuestro futbol tan anquilosado y manipulado. Tenemos tanto patojo buen jugador joven y en todo caso es un estímulo para toda la juventud. Le toca su turno a los súper chivos.

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