Claudia Navas Dangel
cnavasdangel@gmail.com

Hay días en que pese a lo mucho de lo que hay que hablar en este país, no se me antoja hacerlo sobre nada. La violencia, nuestro pan de cada día. De muchos tipos, además, porque las acciones o más bien, lo que dejan de hacer los funcionarios públicos viene a convertirse en actos de violencia contra todos los guatemaltecos. De ahí que no haya medicinas, condiciones dignas para que los niños estudien. De ahí que leyes trascendentales no se aprueben porque los diputados y los partidos que representan, carecen de compromiso con quienes votaron por ellos, carecen de visión y en realidad carecen de moral, la mayoría.

Todo el tema de la política en el país da para mucho y estoy un poco harta de lo mismo. Las situaciones cotidianas que vivimos en esta ciudad: tráfico exagerado, robos a granel y atropellos de todo aquel que se cree por una u otra razón poderoso o empoderado, ya deprimen. Dejamos de indignarnos, porque da igual que uno se queje, que pierda el tiempo en ir a uno y otro lado para buscar respuestas, nada sucede, todo va empeorando y estas zonas de nadie son el territorio perfecto para que los imbéciles reinen.

Sí, estoy cansada. Estoy aburrida de lo mismo y he llegado al punto del hartazgo. Las mega ofertas me tienen sin cuidado, o no, me estresan, las celebraciones que ni son nuestras, solo añaden desmadre al caos habitual, los temblores no nos mueven y las actividades que buscan reflexión y tienen razón de ser, más en Guatemala donde la violencia va dirigida a las mujeres, no se toman en serio, porque no le conviene a unos cuantos, porque es romper con lo establecido y porque sí. Así de sencillo, las cosas son como son y quien intente estar en desacuerdo es motivo de represión, de burla y de señalamientos absurdos.

Por eso, hoy solo quiero expresar mi desencanto, producto de un malestar que va en aumento conforme pasan los días. Digo lo que muchos piensan, lo que muchos sienten. Guate es como una telenovela. La historia es siempre la misma, con un guion malo, protagonistas sin cerebro, cargada de racismo, violencia, machismo. The same shit.

Artículo anteriorEstuardo Cuestas, galardonado con la Orden del Quetzal
Artículo siguienteRepresentación a nivel continental