En un momento tan definitivo en nuestra historia lo que nos ofrecen los políticos a cargo de las instituciones son mentiras y más mentiras y entre el Presidente de la República y su amigo de la infancia y futuro Presidente del Congreso, Oscar Chinchilla, se han dedicado a hacer una competencia de quién se echa la más olímpica, lo que nos confirma la existencia de un pacto de impunidad para arremeter contra cualquier intento de acabar con los vicios.

Chinchilla, quien tiene grave riesgo de terminar siendo un Pedro Muadi, dijo que él no había sido parte de las negociaciones y dio a entender que había sido “ungido” por obra y gracia del Espíritu Santo, pero ahora sabemos que eso no es cierto y que negoció con Morales antes de ir a la finca Santo Tomás.

Y tan claro está que fueron a negociar que se hizo acompañar de Roberto González quien no es el Secretario General de CREO ni es un pollito con un capital envidiable pero sí sabe cómo se mueve la melcocha y eso hace evidente las negociaciones y para asegurar que hubieran los incentivos necesarios, estuvo presente el Ministro de Finanzas, Julio Héctor Estrada.

Y hablando de negocios y coimas, hay que recordar que el mismo Gobierno mencionó que algo que se trató en las reuniones secretas (como parte del pacto de impunidad) era el caso de TCQ y la forma en que se desean entregarle a dedo una concesión a APM Terminals, privilegio operado por el mismo Morales bajo la insistencia de Estrada y con el apoyo de dos abogados, uno el Interventor de TCQ y otro la Procuradora de la Nación que parecen empleados de APM y no garantes del Estado.

Y el jueves, en medio de esa desesperación por satisfacer los intereses de los holandeses y no de los guatemaltecos, Morales asustó con el petate del muerto diciendo que si no se privilegia a APM el país tendrá que pagar, pero además, dijo que el Ministerio Público (MP) y la CICIG apoyaban sus negociaciones.

El MP dijo que ellos no eran parte de esas negociaciones y la CICIG dijo que si bien en el pasado hubo una reunión en sus instalaciones para explicar la situación, eso no era parte de su mandato y que por tanto no emitirían postura, pero el punto toral es que Morales está cayendo en una peligrosa situación de que ya no le importa mentir de forma burda y descarada.

En esas manos está el futuro y si a eso le sumamos la cooptación de las Cortes, nos debemos escandalizar porque eso del pacto de impunidad es en serio y los operadores se la jugarán a todo.

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