Hoy publicamos un supuesto derecho de respuesta de la Presidencia respecto a la nota en la que se informó que a puerta cerrada el gobierno pidió a los diputados que aprueben el negocio originado en los 30 millones de dólares de mordida pactados con el presidente Otto Pérez Molina según la sindicación de la CICIG y el Ministerio Público. Y decimos que es supuesto porque no se puede aclarar o refutar lo obvio. A puerta cerrada y sin acceso a nadie más que los promotores del arreglo y los diputados, el gobierno llegó a poner plazo a los congresistas para que aprueben la concesión a dedo a favor de la empresa TCQ de espurio origen.

La Hora publicó todo lo que el vocero dijo el mismo día en que se reunieron a puerta cerrada en Casa Presidencial, a donde no dejan entrar más a los periodistas como represalia por la foto que se publicó en la que se veía a Sammy Morales paseándose por las áreas de oficinas de donde despacha el Presidente de la República. La familia del Presidente tiene derecho a privacidad en las áreas reservadas para la vivienda del gobernante, pero el resto es una oficina pública y fue allí donde se vio al hermano del mandatario cuando ya se encontraba sujeto a una investigación por sus negocios con Fulanos y Menganos.

Si el vocero no pudo o no supo trasladar la información no es responsabilidad nuestra porque se le habló y se publicó con precisión lo que él quiso decir. De suerte que de lado nuestro no hay ninguna tergiversación de los hechos ya que hemos señalado lo sucedido y eso no se puede aclarar. Si no fue a puerta cerrada la reunión, el gobierno tendría que explicar por qué no se permitió el acceso de la prensa, sobre todo cuando se trata de un negocio que despierta interés público y mucha suspicacia porque evidentemente se trata de algo muy lucrativo, tanto que no solo se pactaron 30 millones de dólares en mordida, sino que la nueva propietaria (¿adquirente de buena fe?) también acepta pagar otra millonada como parte del arreglo. Eso es lo que públicamente se sabe, pero dado el enorme interés que muestra el gobierno y viviendo en un país donde la transa es la regla, la duda es totalmente válida.

En La Hora nos interesa la lucha contra la corrupción porque ese vicio empobrece a nuestro pueblo y aumenta sus miserias. Y un arreglo como el que se inventó el Ministro de Finanzas, el primero en hablar de negociar, es un retroceso enorme que no podemos aceptar.

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