Preocupa la inestabilidad emocional del presidente Jimmy Morales, quien de la misma manera que se pone a llorar a medio discurso, se duerme, pegando de gritos acusa de mentirosos a quienes tienen la verdad, se pone a bailar punta o sale con los ojos extremadamente rojos como en el video en el que anunció la investigación de la que es sujeto su hijo y su hermano.

Y es que es un asunto muy serio. Principalmente, porque está demostrando en momentos delicados que hay hechos que lo mantienen con niveles de estrés altísimo en situaciones que requieren de mucha capacidad, madurez, intelecto, visión de Estado y liderazgo para poder llevar a cabo la ruta que el país necesita. Lamentablemente, en todos esos rubros, el mandatario nos queda debiendo.

Pero a eso hay que agregarle que tiene un equipo sobre el que muchos se quedaron cortos cuando hicieron sus calificaciones a principio de la gestión. El mismo Presidente dijo que su hermano Samuel, “Sammy”, y su jefe de seguridad Herbert Melgar Padilla, eran asesores ad honorem y preguntó qué tenía de malo hacer algo por amor a la patria.

Pues ahora resulta que sus dos asesores estrellas, tienen la lupa encima por razones distintas, pero han respondido de manera clara al Presidente que no tiene nada de malo hacer algo por el país, pero que sí tiene mucho de malo mentir utilizando esa excusa de sacrificio cuando lo que han hecho no es tan apegado a ese cuento.

Por otro lado, tiene a su vocero que ha sido un mentiroso permanente. Aquel que dijo desde un principio que en lugar de dormido el mandatario estaba “reflexionando” y que ahora ni entiende el término de “fafa”. Lo delicado de todo esto no es que el Presidente se eche el pestañazo donde le dé la gana, sino el descaro con el que nos demuestran su facilidad para decir cualquier mentira que sea necesaria con tal de salvarle el cuero al mandatario, al igual que otros dos “referentes” de este gabinete como Chea Urruela y Mansilla.

Y ahora que se eliminan las garantías constitucionales, ¿a quién creen que estará escuchando el Presidente? Pues a esos mismos que se han aprovechado de su inestabilidad emocional para mal aconsejarlo y hacerlo creer que es el estadista más grande que Guatemala ha tenido la suerte de tener.

Así que el momento es muy delicado porque tenemos una montaña rusa emocional en la que, seguro, lo peor está aún por venir. Entendemos que un padre se debe angustiar espantosamente con una investigación penal contra el hijo. Pero también creemos que el país, es prioridad.

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