Las ridículas prioridades del gobierno, reflejadas en el Ministerio de Finanzas Públicas organizando eventos para tratar de convencer a los tuiteros sobre los buenos oficios de la administración y el pago a una empresa para que cobre miles de quetzales para enseñarle a algunos empleados a utilizar mejor el “Facebook”, nos demuestra qué clase de talentos nos gobiernan.

Si lo que quiere el presidente Jimmy Morales y su ministro de Finanzas, Julio Héctor Estrada es ganarse el apoyo de la gente, deben dejar de buscar cómo manipular las redes sociales y empezar a tomar decisiones que atiendan las profundas deficiencias que hay en el país.

Ayer, se publicaba en Prensa Libre digital que Mirna Isabel Méndez era rescatada en aldea El Conacaste, Conguaco, Jutiapa, junto a cinco de sus hijos por tener un cuadro de desnutrición severa. “Para llegar a la vivienda tuvimos que caminar cinco horas entre veredas y barrancos”, relata el bombero que los rescató, mientras que la señora Méndez dice que “comemos de lo que mi esposo cultiva, de las hierbas que encontramos en la orilla del río y de lo poco que él gana cuando se va a trabajar y se lleva a los tres niños grandes para que le ayuden”.

Ese dramático relato de la dieta familiar no es un caso único en el país. Serán cientos de miles de familias que sufren lo mismo todos los días e individualizando el drama quisiéramos que quienes creen que gastar en Facebook o en eventos para ganarse aplausos sientan vergüenza, si es que tienen el más mínimo sentido de la dignidad.

Razón para que el Presidente llore de verdad y sin lágrimas de cocodrilo en eventos religiosos al recapacitar sobre lo que su desconocimiento de la realidad significa para esa gente marginada.

Hay quienes dicen que lo que realmente se hace en Finanzas es como cuando en la época de Lucas se estableció el espionaje a partir de ese ministerio. Hay quienes no dan crédito a que un ministro que se las lleva de brillante contrate a una empresa para aprender lo que ya hacen hasta niños de diez años.

Pero lo que sí sabemos ahora es que mientras la SAAS y Finanzas gastan a manos llenas en sistemas de control, la verdadera crisis de la que llaman la “Guatemala profunda”, sigue empeorando. Si tienen una simple lógica para lo que están haciendo, que tengan los pantalones de ir a decírselo en la cara, enfrente de los medios, a la señora Méndez. Que sus hijos pueden morirse de hambre, pero que todo está bien porque la gente les pone “Like” a ellos en Facebook.

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