Erick Barrondo hizo su primera carrera en Río 2016 el viernes durante la competencia de los 20 km de Marcha y toda Guatemala tenía una expectativa altísima sobre esa participación del único medallista olímpico que hemos tenido como país.

Rostros de tristeza, de sorpresa y hasta algunos de frustración se podían ver entre los compatriotas que habían apartado un poco de su tiempo para verlo con toda la esperanza de que obtuviera otro metal olímpico. Y mucho más se ha sentido que, como efecto de una lesión, ha abandonado la competencia de 50 kilómetros.

Y es aquí donde tenemos que realizar que el valor que se le dio como “el medallista” guatemalteco, se ha quedado pequeño con lo que Erick Bernabé Barrondo García ha sido y seguirá siendo para Guatemala. ¿Quién apostaría hoy que un niño de la aldea Chiyuc en San Cristóbal Verapaz sería capaz de mover a todo un país atrás de él?

Claro que el logro de Londres 2012 fue fenomenal y es algo que quedará para la historia de Guatemala como la primera medalla olímpica. Pero Barrondo ha demostrado que el valor que tiene como persona y como líder no se basa en una medalla sino en su compromiso con los demás y en su determinación como persona.

Barrondo no ha evadido nunca el papel de liderazgo que le corresponde y es el que sin temor da los discursos más encendidos o lidera acciones para recordarnos por qué hay que hacer las cosas y lo que significa representar a un país.

Ha entendido que es ejemplo dentro de su disciplina deportiva y fuera de ella y eso hace que muchos que ni siquiera sigan la marcha como deporte, tengan que admirarlo como persona.

Guatemala ganó mucho aquel día de agosto del 2012 en que pasó la meta para hacerse con la medalla de plata. Pero el país ha ganado mucho más porque el bronce dio tribuna a un verdadero líder y a una persona a la que se le puede admirar en un país carente de personajes que inspiren.

Cuando la carrera de los 20 kilómetros terminó en Río y llegó el resultado, inevitablemente los guatemaltecos tuvimos alguna reacción emocional. Lo que tenemos que tener claro es que una medalla, así hubiera sido de oro y con el tamaño que esto implica, hubiera sido poco para lo que Barrondo significa como personaje para nuestra Guatemala.

Esperamos que en su futuro deportivo le vaya bien al medallista, pero esperamos que por el bien del país, le siga yendo tan bien como ejemplo y líder para los guatemaltecos.

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