Muchas veces se han querido hacer comedias, tragedias, dramas, novelas y hasta cuentos de cómo sería el mundo si todo lo bueno fuera malo, si lo negro fuera blanco, lo bonito fuera feo y lo despreciable se tornara en motivo de admiración.

Y en esos ensayos, aparece la Guatemala de finales de julio de 2016. Una Guatemala en la que los diputados han sido tan irresponsables de nombrar a Napoleón Rojas, hijo de uno de los más grandes responsables del secuestro de las instancias de seguridad del Estado, como presidente de la Comisión de Gobernación, y es a quien el Ministro y sus funcionarios le tienen que dar cuenta detallada de qué hacen en todas las instancias de inteligencia, policía, presidios, migración, etc. Es como poner a “El Canguro”, aquel criminal, de jefe de la Superintendencia de Bancos.

Después, un foro que se pudiera llamar “Conferencia de los que se han salvado”, viene a dar consejos de cómo transformar al país con discursos de los presidentes que privatizaron los más grandes activos del Estado y se volvieron multimillonarios con sus funcionarios. Vinicio Cerezo y Álvaro Arzú tienen dentro de su lista de “negocitos” las frecuencias de celulares, la privatización de la energía eléctrica, Guatel, Aviateca y la creación de feudos en Ministerio de Salud, Comunicaciones, Energía y Minas, entre otros.

Un interventor que es nombrado para proteger los intereses del Estado en uno de los peores casos de corrupción, se cambia el color de la camiseta. En un negocio en el que ya se conoce que pactaron 30 millones de dólares de sobornos, nos pide que confiemos en él y en la empresa que compró “de buena fe” dicha operación para que el país gane. El mundo está loco si empresas pueden comprar solo con buena fe una operación de ese tamaño y son tan exitosas en sus operaciones. Plaza Pública publica una entrevista donde la Vicepresidenta de APM Terminals dice que se reserva la respuesta si va a demandar al Estado. ¿Buena fe? Yo creo que o el traductor no hace bien su trabajo o el interventor y ella nos quieren ver la cara.

Y con la evidencia sobre la mesa, con los argumentos al aire, se dan a conocer los hechos corruptos con los que medios de comunicación se han financiado dentro de la vorágine de corrupción. Eso sí “con la moral intacta”, siguen porque la moral que han tenido está basada en la transa.

En fin que Guatemala parece que está al revés. Hasta un diputado que aprendió de Aizenstadt, fue a pedirle a Trump que el muro lo haga aquí.

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