Marco Tulio Trejo Paiz
Siempre, desde que el generalísimo Chiang Kai-shek tuvo que emprender la retirada del territorio continental, ocupado por el comunismo liderado por el regordete Mao Tse-tung, la República de China asentada en Taiwán ha venido siendo amenazada militarmente por la Chinona.
En el estrecho de Taiwán, la China ha puesto decenas de misiles tratando de ocupar la pequeña isla de la República de China, alegando que es una provincia rebelde perteneciente a su territorio.
La isla y sus archipiélagos son, realmente, de la República de China, cuyo régimen de gobierno es democrático y ha dado muestras de una admirable superación en diferentes aspectos que no dejan ser motivo de envidia y ambiciones de los guerreristas comunistas.
Naciones del mundo occidental y aun del Lejano Oriente apoyan a Taiwán en su lucha por mantener su soberanía, su independencia y su estado democrático, que es una garantía de las libertades de los seres humanos, sobre todo a estas alturas de la civilización propia del presente siglo.
El progreso ejemplar de Taiwán ha quedado demostrado con la ayuda que brinda a muchos países poco desarrollados de casi todos los continentes.
Guatemala ha recibido valiosa ayuda de la República de China, no sólo en la vida normal, sino también en las ocasiones desastrosas provocadas por la naturaleza, lo que no hacen algunas naciones poderosas del globo terráqueo.
Las relaciones diplomáticas y de tipo comercial de Taiwán son amistosas y de valiosa colaboración, como consta a los pueblos que aprecian los valores que constituyen los actos de referencia.
Es una inconsecuencia muy lamentable que la República de China aún se encuentre fuera de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por temor injustificable de que surjan problemas con la China comunista. En cambio, las dos Coreas: la del Norte y la del Sur, se hallan en la citada organización mundial
Como leal amigo de Taiwán, elevo mi voz, aunque sea como en un desierto, por tener marginada a la República de China, cuya sede es Taipéi, su bella capital.
