Félix Loarca Guzmán

La iniciativa para promover un diálogo por la paz en Venezuela, que ha estado impulsando una Comisión Mediadora encabezada por el expresidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, recibió ayer un amplio apoyo del continente americano, durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, OEA.

El exgobernante español presentó un balance de las primeras gestiones para contribuir a la búsqueda de un proceso que permita al gobierno y a la oposición, resolver sus diferencias políticas.

También instó a respetar la soberanía de Venezuela, indicando que tanto él como los otros dos miembros de la Comisión, el expresidente de la República Dominicana, Leonel Fernández y el expresidente de Panamá, Martín Torrijos, están realizando los mayores esfuerzos para cooperar en pro de la paz en Venezuela, lo que supone la renuncia a cualquier tipo de injerencia en los asuntos internos de ese país.

El Embajador de México, Luis Alfonso de Alba Góngora, coincidió en que solo el diálogo respetuoso puede conducir a la paz de Venezuela. Dijo que este diálogo debe estar apegado a la Constitución y al respeto de la soberanía del pueblo venezolano.

El Embajador de Guatemala, Luis Raúl Estévez López, tuvo una participación muy constructiva, dejando claro que la solución de los problemas de Venezuela solo corresponde a los venezolanos, a la vez que abogó por el diálogo respetuoso entre las dos partes.

La Canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, quien estuvo presente en esa sesión extraordinaria, señaló que su país no está ni estará sujeto al monitoreo de la OEA. Dijo que el pueblo venezolano no obedece órdenes de Estados Unidos, ni se somete a los designios del gobierno de esa nación del norte.

En forma reiterada, el gobierno de Caracas, ha denunciado que es víctima de un asedio mediático internacional y de la injerencia del gobierno de Washington.

La periodista y abogada Eva Golinger, con sede en Nueva York, reveló recientemente que el gobierno estadounidense ha gastado más de 18 millones de dólares en financiamiento público para grupos antigubernamentales en Venezuela, alimentando el conflicto y manteniendo “viva” una oposición venezolana sin unidad ni apoyo significativo.

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